Por la mañana y por la noche:
"Mías son la dicha y la paz de Dios"
"Hoy
aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los
substitutos de la felicidad y de la paz que yo misma inventé."
"Déjame aquietarme y escuchar la verdad."
"Permite
que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la
Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios"
A la hora en punto: "Mías son la dicha y la paz de Dios"
Media hora más tarde: "Déjame aquietarme y escuchar la verdad."
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