"Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."
Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo.
Es imposible ver dos mundos.
domingo, 22 de abril de 2012
Ángel YEHUIAH
domingo, 22 de abr de 2012
Descripción
La
energía que debemos utilizar el 22 de abril se llama Yehuiah y lleva el
número 33.
Cumplir con todos tus compromisos, he ahí una de las principales claves
que encierra esta jornada.
Se trata pues que empieces por confeccionar
una lista de tus obligaciones más inmediatas.
Una vez realizada ve
tachando lo que despaches.
La consigna es que los deberes deben pasar
antes que los placeres y si tratas de escapar te encontrarás con
inconvenientes en todo aquello que intentes realizar;
cosas que salen
mal, citas que se retrasan, resultados imprevistos, molestias generales.
Plegaria:
YEHUIAH : Dios que conoce todas las cosas.
El Eterno conoce el pensamiento del hombre y sabe de su vanidad.
YEHUIAH :
Señor, he recorrido un largo camino del lado de la ley;
he sido tu instrumento y me has dirigido a placer.
Si es tu voluntad el que ahora conozca
las debilidades de tu reino,
vela desde lo alto, YEHUIAH,
para que aprenda las lecciones que debo asimilar
sin extralimitarme en las atribuciones dañinas
de que me has dotado.
Quiero moverme en el límite de tus exactos designios;
quiero que mi incursión en la columna de las tinieblas
sea un episodio,
un interludio, un intermezzo, una distracción
en la gran ópera de mi existencia.
Y una vez aprendidas las lecciones
que tu voluntad me ha asignado,
pido tu ayuda, Señor,
para que pueda volver
a la columna de la luz y,
ya en ella,
pasar al pilar del centro,
a fin de ser fundamento y base de tu esplendoroso universo.
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72 Ángeles de la Cabala
Afinación de la Conciencia de la Kabbalah
Permanece agradecido
Del 22 al 28 de abril de 2012
En 1970, Janis Joplin, en una de mis canciones favoritas, escribió lo
siguiente: “¿No pareciera ocurrir siempre que no sabes lo que tienes
hasta que lo pierdes?”.
Tiene razón. Tristemente, sólo cuando las personas salen de nuestra vida es que las vemos por quienes realmente eran y lo que tenían para ofrecernos. Esto no sólo es cierto para las personas, sino para muchas otras cosas. ¿Cuántos de nosotros no rezamos por salud sólo cuando ésta se ve en juego, o por sustento económico cuando nuestras cuentas bancarias están bajas? Con mucha frecuencia, sucede que comenzamos a apreciar lo que tenemos sólo cuando comenzamos a perderlo.
La apreciación puede ser una herramienta poderosa para conservar nuestras bendiciones y una conexión fuerte con la Luz.
En algún momento existieron muchos tzadikim (personas justas) en el mundo, pero muy poca gente les prestó atención. Cuando el gran kabbalista del siglo XVI, Rav Isaac Luria (El Arí), estaba vivo, no todos sus paisanos de Safed se acercaban a escucharlo hablar. Pero cuando él abandonó este mundo, todos pensaron: “Él vivía entre nosotros, en nuestra ciudad, ¡y ni siquiera nos dimos la oportunidad de conectar con él!”. Al igual que el Arí, el maestro de mi padre, Rav Brandwein, y su maestro, Rav Áshlag, no tuvieron muchos estudiantes. Hoy día, gracias al trabajo de mi padre y mi madre, Rav y Karen Berg, en el esfuerzo de hacer que esta sabiduría estuviera disponible para las masas, ¡esos maestros tienen muchos más estudiantes ahora de los que tuvieron cuando estaban vivos! Mucha gente de esa generación dijo que si tan sólo se hubiesen dado cuenta de cuán grandes eran estos maestros cuando estaban vivos, habrían estudiado con ellos.
Cuando apreciamos, podemos experimentar la bendición. Cuanto más agradecidos seamos por algo, más potencial tenemos de sentirnos plenos a través de ello. La apreciación verdadera y profunda es la realización.
Los kabbalistas tienen una oración llamada Modé Aní, la cual recitamos cada mañana tan pronto como abrimos los ojos. En su traducción, las palabras modé aní significan “doy gracias”. Deberíamos buscar despertar nuestra apreciación por el aire que respiramos, por estar aquí para vivir, amar y aprender un día más.
Permanecer agradecidos.
Es más fácil enfocarnos en lo que no tenemos en nuestra vida en lugar de estar agradecidos por todas las bendiciones que tenemos. Esta semana, hay una energía disponible en el cosmos que nos permitirá ir en contra de nuestra naturaleza y escoger ver las bendiciones, para así permanecer conectados con todo lo que es bueno en nuestra vida.
Todo lo mejor,
Yehuda
Tiene razón. Tristemente, sólo cuando las personas salen de nuestra vida es que las vemos por quienes realmente eran y lo que tenían para ofrecernos. Esto no sólo es cierto para las personas, sino para muchas otras cosas. ¿Cuántos de nosotros no rezamos por salud sólo cuando ésta se ve en juego, o por sustento económico cuando nuestras cuentas bancarias están bajas? Con mucha frecuencia, sucede que comenzamos a apreciar lo que tenemos sólo cuando comenzamos a perderlo.
La apreciación puede ser una herramienta poderosa para conservar nuestras bendiciones y una conexión fuerte con la Luz.
En algún momento existieron muchos tzadikim (personas justas) en el mundo, pero muy poca gente les prestó atención. Cuando el gran kabbalista del siglo XVI, Rav Isaac Luria (El Arí), estaba vivo, no todos sus paisanos de Safed se acercaban a escucharlo hablar. Pero cuando él abandonó este mundo, todos pensaron: “Él vivía entre nosotros, en nuestra ciudad, ¡y ni siquiera nos dimos la oportunidad de conectar con él!”. Al igual que el Arí, el maestro de mi padre, Rav Brandwein, y su maestro, Rav Áshlag, no tuvieron muchos estudiantes. Hoy día, gracias al trabajo de mi padre y mi madre, Rav y Karen Berg, en el esfuerzo de hacer que esta sabiduría estuviera disponible para las masas, ¡esos maestros tienen muchos más estudiantes ahora de los que tuvieron cuando estaban vivos! Mucha gente de esa generación dijo que si tan sólo se hubiesen dado cuenta de cuán grandes eran estos maestros cuando estaban vivos, habrían estudiado con ellos.
Cuando apreciamos, podemos experimentar la bendición. Cuanto más agradecidos seamos por algo, más potencial tenemos de sentirnos plenos a través de ello. La apreciación verdadera y profunda es la realización.
Los kabbalistas tienen una oración llamada Modé Aní, la cual recitamos cada mañana tan pronto como abrimos los ojos. En su traducción, las palabras modé aní significan “doy gracias”. Deberíamos buscar despertar nuestra apreciación por el aire que respiramos, por estar aquí para vivir, amar y aprender un día más.
Permanecer agradecidos.
Es más fácil enfocarnos en lo que no tenemos en nuestra vida en lugar de estar agradecidos por todas las bendiciones que tenemos. Esta semana, hay una energía disponible en el cosmos que nos permitirá ir en contra de nuestra naturaleza y escoger ver las bendiciones, para así permanecer conectados con todo lo que es bueno en nuestra vida.
Todo lo mejor,
Yehuda
Secuencia de los 72 Nombres conectada a esta semana
Apreciación. Gratitud. Agradecimiento. Estos nobles atributos son
provocados por este Nombre. Infundido con este atributo, retengo y
disfruto todas las bendiciones y tesoros en mi vida.
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