"Tengo derecho a los milagros."
Hoy reivindicaremos los milagros a
los que tenés derecho, porque te pertenecen. El Reino de Dios está
dentro tuyo y jamás lo podrás perder. No pedimos sino lo que en verdad
nos pertenece, y no nos conformaremos con menos
Sesiones largas:
decite con absoluta certeza que tenés derecho a los milagros. cerrá los
ojos, y recordá que estás pidiendo lo que te pertenece, y que al hacer
valer tu derecho, estás haciendo valer los derechos del mundo. Los
milagros no obedecen las leyes del mundo, sino las de Dios. Luego,
esperá en silencio la ratificación de tu petición, ya que no estás sino
pidiendo que se haga la Voluntad de Dios. Y en realidad, no estás
pidiendo sino afirmando un hecho innegable.
Sesiones cortas: Repetí
frecuentemente : "Tengo derecho a los milagros." cada vez que se
presente una situación que lo requiera; las reconocerás fácilmente.
Si
te asaltan tentaciones, repetí: "Tengo derecho a los milagros. No
intercambiaré milagros por resentimientos. Quiero únicamente lo que me
pertenece. Dios ha establecido mi derecho a los milagros."