martes, 14 de febrero de 2012

Ariel

martes, 14 de feb de 2012
Descripción:
La energía que debemos utilizar el 14 de febrero se llama Aniel y lleva el número 37. 
Estar en la primera fila de la línea informativa es una decisión enteramente tuya, ya que para ello tienes que empezar por ponerte en marcha y conectarte con todo lo que esté sucediendo a tu alrededor. Abrir tus canales sensoriales debe ser una necesidad de primer orden, sobre todo en lo relacionado con tu actividad profesional. Si tus superiores ven que estás en la onda correcta es fácil que piensen en proporcionarte mayores responsabilidades. Pero en cambio, si estás en las estrellas te dejarán de lado.
 ANIEL, Dios de las Virtudes. ¡Oh Dios de los ejércitos, levántanos! Muéstranos tu faz serena y estaremos salvados.
 ANIEL, A través del intelecto, quiero, Señor, expresar tu universo. Sé que hay estadios que todavía me falta alcanzar; sé que hay cimas que incomprensibles para mí. Pero intuyo que más allá de mi mundo existe un mundo más vasto, en el que un día todos podremos penetrar. Yo te pido, Señor, que me lo hagas entrever, para que pueda anunciar tus maravillas a los que se encuentran a niveles inferiores al mío. He alcanzado un punto en el que veo claro que todo es uno y ya nunca más he de moverme de tu unidad. En la inmensa variedad de tu obra, tu Voluntad es Una. Eterno múltiple, tu Voluntad es Una, Eterno múltiple, tu voluntad es Una, Eterno múltiple, tu Voluntad es Una hasta el final de los tiempos.

Lección 83

"Mi única función es la que Dios me dio."
No tengo otra función salvo la que Dios me dio. Reconocerlo me libera de todo conflicto; significa que no puedo tener metas conflictivas. Al tener sólo un propósito, siempre estoy segura de lo que debo hacer, de lo que debo decir y pensar. Al reconocerlo, toda duda desaparece.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Mi percepción de ésto no altera mi función." "Esto no me confiere una función distinta a la que Dios me dio" "No me valdré de ésto para justificar una función que Dios no me dio."
2) "Mi función y mi felicidad son una."
Todas las cosas que proceden de Dios son una; proceden de la Unicidad (que significa la calidad, estado o hecho de ser uno) y tienen que ser recibidas como una sola. Desempeñar mi función es mi felicidad, porque ambas proceden de la misma Fuente.
Variaciones específicas: "Esto no puede separar mi felicidad de mi función" "La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada por esto" "Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función".