Descripción
La
 energía que debemos utilizar el 14 de marzo se llama Eyael y lleva el 
número 67
Es posible que estés pasando por un momento en el que se impone una 
contemplación interna de las cosas, una profundización. Pero evita creer
 que ese proceso, que pasa inevitablemente por el silencio, debe 
significar una separación de las demás personas que viven a tu 
alrededor, sino que más bien se trata de un aislamiento interno, una 
capacidad de abstracción que te impermeabiliza de cara al exterior.
Así 
que pon manos a la obra y mientras trabajas por fuera, investiga por 
dentro.
Plegaria
EYAEL: Dios delicia de los niños y de los hombres.
Haz del Eterno tus delicias y Él te dará lo que tu corazón desea.
EYAEL, espíritu de verdad, ayúdame a sacar fuera de mí
los valores espirituales que Dios me ha conferido.
Haz que pueda discernir lo verdadero de lo falso
y permite que en mi labor diaria
rinda testimonio de la
verdad, la belleza y la sabiduría. 
Hazme fuerte en la adversidad ¡Oh EYAEL!
sin permitir que mis labios profieran palabras falsas
para salirme de situaciones embarazosas. 
Muéstrame, EYAEL, el camino de la alta ciencia,
condúceme hasta el trono de Dios; 
libérame de las servidumbres materiales
para que pueda encontrar en la soledad
el espacio que necesito para realizar la obra que tú me inspiras.
Acrecienta, EYAEL, mi amor hacia Dios, 
haz que mis obras sean gratas a Dios. 
Haz que sea portador de bien y de armonía.
Instrúyeme, EYAEL, instrúyeme sin cesar,
derrama sobre mí los conocimientos de las leyes eternas
para que pueda ser un instrumento eficaz en la Obra divina.