"No hay nada que mi santidad no pueda hacer".
Hoy se requieren 4 
sesiones de práctica, preferiblemente de 5 minutos cada una, además de 
hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy, 
cerrá los ojos y buscá en tu mente cualquier sensación de pérdida o 
infelicidad, tratando de no hacer distinciones entre situaciones 
difíciles para vos o para otro. Y aplicá la idea de hoy: "En esta 
situación con respecto a .... en la que me veo envuelto, no hay nada que
 mi santidad no pueda hacer" ó "En esta situación con respecto a .... en
 la que ..... se vé envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda 
hacer" Introducí las variaciones que quieras, pero centrado en la idea 
de hoy.
En las aplicaciones cortas y frecuentes, aplicá la idea en su
 forma original, a menos que te venga a la mente algún problema en 
particular, para ello usala en su forma específica.
La idea de hoy es
 que tu santidad invierte todas las leyes de este mundo, y está fuera de
 las restricciones de tiempo, espacio o cualquier límite. Mediante tu 
santidad, el Poder de Dios se manifiesta, y se vuelve accesible. Y no 
hay nada que el Poder de Dios no pueda hacer; eliminar todo dolor, 
acabar todo pesar, solucionar todo problema; en relación con vos o con 
otro.
Si vos sos santo, también lo es todo lo que Dios creó. 
Apliquemos hoy el poder de nuestra santidad a cualquier problema, 
dificultad o sufrimiento que tenga que ver con vos o con otro, ya que no
 hay distinciones entre vos y otros.