Esta técnica terapéutica es originaria de la India. En
      el Tibet le hicieron ligeras variaciones de forma, que no modifican el
      concepto original, por lo que podemos considerar que ambas escuelas forman
      el Reiki tradicional.
No se conoce la fecha precisa en la que surgió el Reiki.
      Se sabe que corresponde a la milenaria cultura de la lengua —ahora muerta—
      llamada Sánscrito y que en esos tiempos, el Reiki era fácilmente accesible
      para toda la población, pues no se cobraba por su enseñanza, ni por los
      tratamientos de curación y apoyo. Tenía el noble propósito de servir a la
      comunidad.
La enseñanza era oral y no se conocen documentos
      antiguos que describan esta disciplina. Esto propició que con el tiempo,
      el Reiki desapareciera casi por completo.
El Reiki Redescubierto
En los últimos años del siglo XIX, Mikao Usui, un
      sacerdote o monje cristiano originario de la ciudad de Kyoto, Japón, lo
      redescubrió y debido a ello, se emplean en esta técnica algunos vocablos
      del idioma Japonés.
Se dice que Usui, desconsolado por el sufrimiento que
      padecen las personas cuando se enferman, se propuso encontrar un método de
      curación sencillo, tal como el que emplearon el Buda y Cristo al imponer
      sus manos sobre los enfermos.
Se retiró a ayunar y meditar a una montaña sagrada
      llamada Koriyama. A los 21 días, percibió una bola de fuego que se le
      abalanzó y no obstante que podía haber sido destruido por ella, la
      enfrentó. El proyectil lo impactó en el “tercer ojo” derribándolo y
      haciendo que se desmayara. Al recobrar el conocimiento observó “millones y
      millones de esferas con todos los colores del arco iris.” Entonces
      concibió los símbolos Reiki detalladamente y la manera de
      utilizarlos para curar.
¡El método había sido redescubierto con toda
      precisión!
      
La enseñanza del Reiki redescubierto
El Sistema Usui, denominado también Usui-Tibetano, se
      enseña en tres niveles.
Por otra parte, es conveniente relatar que debido a
      experiencias amargas con pordioseros a quienes Usui curó con el propósito
      de rehabilitarlos social y financieramente, se dice que llegó a pensar que
      los servicios que se reciben y no se pagan, no son debidamente valorados y
      que este es el origen de relacionar el dinero con las misiones de curar y
      enseñar, tal como se practica actualmente esta disciplina. Consideraba que
      cuando alguien no paga por lo que recibe, no aprende a tener éxito en los
      negocios, ni tampoco en la vida.
Los precios que cobraba por la enseñanza del nivel que
      corresponde a la formación de un maestro o sensei, siempre fueron
      muy elevados. Argumentaba que este nivel estaba orientado hacia una
      minoría, de un nivel financiero muy elevado.
Antes de su muerte, ocurrida en el año de 1930, formó
      16 maestros de Reiki.
Junto con el redescubrimiento del Reiki, se elaboró una
      complicada estructura para practicarlo. Se crearon niveles jerárquicos de
      especialistas, que utilizando el pretexto de que los símbolos del
      Reiki eran sagrados y de que alguien pudiera hacer mal uso de
      ellos, los convirtieron en secretos, haciéndolos accesibles únicamente
      para los iniciados en un proceso de entrenamiento.
En los últimos años, ante los notables resultados del
      Reiki y la avidez de los occidentales por conocerlo y practicarlo, muy
      frecuentemente su enseñanza se ha comercializado exageradamente, al grado
      de que en varios lugares de los Estados Unidos el aprendizaje del nivel
      superior llega a tener un costo de 10,000 dólares y en vez de difundir una
      doctrina de servicio que tiene como objetivo fundamental curar y servir,
      la han degradado, convirtiéndola en un adorno intelectual para una élite
      que la puede pagar, pero que casi nunca la practica y por lo tanto no
      avanza, ni logra el desarrollo personal de sus miembros.
Un experimentado terapeuta y profesor de Reiki
      autorizado oficialmente, dice en su libro que está de acuerdo con que se
      cobre, ya que el Reiki es un negocio lucrativo y además sostiene que por
      lo tanto, tiene los problemas propios de los negocios.
Al hablar de porque el Reiki se cobra tan caro,
      menciona que los precios fijados por la Alianza Reiki formada por
      profesores reconocidos oficialmente, coinciden con una antigua regla que
      establece como precio para la enseñanza del primer nivel, el salario de
      una semana, para la enseñanza del segundo nivel, el equivalente del sueldo
      de un mes y para la enseñanza del tercer nivel, los ingresos
      correspondientes a un año de trabajo.
Por otra parte, a lo largo de todo el libro denomina
      “cliente” al paciente, lo cuál le quita al Reiki sus conceptos
      fundamentales, que alguna vez fueron amor, compasión y servicio a los
      demás.
      
El Nuevo Reiki o Neo Reiki
La experiencia demuestra que si se enseña a curar por
      medio de la mente a 100 personas, transcurrido algún tiempo y después de
      que han adquirido algo de práctica, se tendrán 100 maneras diferentes de
      emplear el método que originalmente aprendieron. Cada quién le dará una
      variante, unas veces intensa y otras discreta, pero surgirán
      modificaciones.
El Reiki no es la excepción a esta regla, a pesar de
      los rituales y juramentos que se exigen a los aprendices para no
      modificarlo, ni revelar los símbolos y “secretos”.
Neo Reiki es el nombre que le estamos dando a las
      múltiples corrientes que están surgiendo para democratizar, volver a
      humanizar, mejorar y ampliar el Sistema Usui-Tibetano.
      
Publicaciones y reducción de los precios.- Debido a
      la publicación de varios libros sobre el Reiki, se está divulgando esta
      técnica cada día más y no es indispensable someterse al entrenamiento que
      proporcionan los instructores reconocidos oficialmente, ahorrando así a
      los aprendices los costos elevados.
Por otra parte, empiezan a proliferar instructores
      conscientes que cobran precios moderados, accesibles a la clase media, por
      lo menos.
Saben que tienen que obtener ingresos para vivir y que
      es justo que obtengan utilidades por impartir sus conocimientos, pero a la
      vez, que el verdadero valor de lo que enseñan es tan importante, que no
      puede cuantificarse con dinero.
Puede decirse, que nuevamente empieza a presentarse la tendencia a que
      el Reiki esté al alcance de toda la población, como al principio.