TARA
Con el propósito de beneficiar a los seres, aquellos seres completamente despiertos, tales como los Buddhas, de manera espontánea y sin intención, asumen varias formas en el nivel puro de manifestación normalmente inaccesible para los seres humanos. Ellos son llamados el Cuerpo del Gozo. Estas formas pueden ser diversificadas: masculinas, femeninas, pacificas, airadas y en distintos aspectos. Estas deidades vienen directamente de la actividad compasiva de los Buddhas. Desde el punto de vista relativo, sin embargo, algunas deidades son consideradas como el resultado de la ascensión de un humano al plano divino, Son humanos que han alcanzado un estado divino y se convirtieron en "dioses" o "diosas". Tara puede ser vista en esta ultima categoría. Ella fue un ser ordinario, quien atravesó todas las etapas del sendero y finalmente alcanzó el estado de diosa.
- De mujer a deidad:
De acuerdo con las historias y el trabajo del Lama Tananatha en el siglo XVI, Tara fue una mujer antes de convertirse en una deidad. Su historia comienza hace incontables eras en un mundo llamado “Luz Multicolor” donde el Buddha del Sonido del Tambor vivía. Una de las hijas del Rey de esta época, llamada Sabiduría de Luna, tenía gran fe y devoción a este Buddha y realizó magníficas ofrendas a este Buddha y a sus monjes. Un día ella decidió tomar los Votos de Bodhisattva. Los monjes se regocijaron por su decisión pues creían que ella acumularía mucho mérito por esta actividad. Le aconsejaron que rezara para obtener en una vida futura el cuerpo de un hombre ya que así se le permitiría beneficiar un mayor número de seres sintientes que con una existencia femenina.
Sabiduría de Luna, desconcertada por su estrechez mental, les contestó desde el punto de vista de la esencia natural de todas las cosas:
«Aquí, no hombre, no mujer, no yo, no individuo, no categorías. «Hombre» o «mujer» son solo denominaciones creada por la confusión de mentes perversas en este mundo».
Y anadió:
«En cuanto a mi, mientras que el Samsara no quede vacío, beneficiaré a los series sintientes apareciendo en un cuerpo femenino». Esta fue su promesa.
Su práctica le permitió realizar la verdad ultima. Habiéndose convertido en una diosa, ha ayudado a millones de seres a seguir el sendero del despertar. Existen incontables relatos de los diferentes milagros realizados por Tara no solamente por su ayuda contra los miedos sino en situaciones de grave peligro, enfermedad, asuntos legales, protección y unión familiar, protección durante viajes, entre muchos más.
Tara, la rápida y valiente, hija del Soberano del Mundo, hija de Avalokiteshvara , habita junto con su padre en la tierra pura de Potala, manifestada en la Tierra por una montaña en el Sur de la India. También se le atribuye una tierra pura a Tara, siendo su dominio particular llamado: «Armonía de las Hojas Turquesa».
.- Tara Absoluta:
Todo lo dicho sobre las deidades también se aplica a la Tara. Tara es una deidad del Budismo Tibetano y está ligada a la tradición céntrica.
La identidad de Tara, al igual que con otras deidades, puede ser comprendida desde dos puntos de vista. El primero, de la verdad pedagógica o nivel relativo, se aplica a nuestro modo de pensamiento ordinario; El segundo, La verdad cierta o absoluta, que por ser verdadera va más allá de todo eso. Esta doble identidad de la Tara se traduce como, Tara Absoluta, ninguna niega a la otra.
Desde el punto de vista absoluto, su propia naturaleza es de una deidad despierta, y Tara no puede ser otra cosa más que la naturaleza de nuestra propia mente, libre de todo concepto dual, de existencia y no existencia, de todo y nada.
Otros nombres son utilizados para referirse , a Tara. El más notable es «Perfección del conocimiento» (Prajnaparamita). La perfección del conocimiento no tiene forma, es el vacío del Cuerpo Absoluto (Dharmakaya). Este vacío o vacuidad tiene la capacidad de manifestarse a si mismo puramente como el Cuerpo de Gozo (Sambhogakaya). Es en este nivel del Cuerpo de Gozo en el cual las deidades femeninas como la Tara y muchas otras aparecen. Todas ellas son en esencia la perfección del conocimiento o la naturaleza misma de nuestra mente.
También se dice que Tara es la Madre de todos los Buddhas, lo cual se refiere a su esencia, ya que la naturaleza de la mente, la perfección del conocimiento, vacuidad son de hecho todos términos equivalentes. Todos los Buddhas anteriores tuvieron que alcanzar la Budeidad cuando comprendieron la vacuidad. Por consiguiente, la Tara más allá del tiempo, espacio y todos los conceptos, es la Madre de todos los Buddhas.
(S.S. Kyabje Bokar Tulku Rinpoche)
ACTIVIDAD DE LA TARA: SU AYUDA CONTRA EL MIEDO
Teniendo infinita compasión por los seres, la principal actividad de la Tara es eliminar el miedo y el peligro.
Durante nuestras existencias, enfrentamos dos clases de miedo:
1.- El miedo a no obtener aquello que deseamos.
2.- EI miedo a no ser capaces de eliminar el peligro, la amenaza a otras circunstancias dolorosas para nosotros.
Por uno a otra de estas razones, vemos que la real causa del miedo no es otra sino el ego mismo, o más exactamente, el apego al ego, al “yo”. Mientras mayor sea este apego, mayores serán los estados de miedo. Todo lo que amenaza él “yo” engendra miedo. A esto debemos añadir las circunstancias de la propia existencia y alguna predisposición kármica.
Tara tiene el poder de ayudarnos, sin embargo, este poder es efectivo solamente si confiamos. Para que Tara nos ayude, debemos orar y llamar su nombre desde el fondo de nuestro corazón, sin ninguna reserva y sin dudas sobre su intervención. La respuesta de la deidad depende de la fuerza de nuestra confianza. Si una pequeña duda invade la mente, hay pocas probabilidades de que la deidad responda.
En realidad, todas las apariencias mundanas son manifestaciones de nuestra mente. Miedo, aprehensión y peligro son también manifestaciones de nuestra mente. Si estos fueran reales en sí mismo, no sería posible ningún cambio. Pero ya que su naturaleza es el vacío, y son solamente expresiones de nuestra mente condicionada, pueden ser cambiados.
Tara nos protege de los 8 grandes temores: ceguera, orgullo, ira, celos, filosofías equivocadas, avaricia, deseo y apego, dudas. Tara también nos protege de cualquier tipo de peligro físico, de emociones aflictivas y miedos internos.
VARIOS ASPECTOS DE LA TARA:
El principal aspecto de la Tara es la Tara Verde, pacífica con dos brazos, un rostro y dos piernas. Su principal actividad es la de proteger a los seres del miedo y el peligro.
Además también existen muchas otras formas de Tara tales como las 21 Taras correspondientes a las 21 stanzas (estrofas) de la Plegada, Las 8 Taras cada una protegiéndonos de uno de los 8 Grandes Temores, la Tara Yogini y así sucesivamente. Otras deidades como Bhrikuti, Kurukulla, Sitatapattra, Vishvamata, Naraitma, son también otras manifestaciones de Tara. Ciertamente, las deidades femeninas son todas una sola esencia, siendo todas la Prajnaparamita, la perfección del conocimiento.
EL SIMBOLISMO DE LA TARA VERDE
Color Verde: el de una deidad despierta, de compasión activa. El color verde indica que Tara actúa para el beneficio de aquellos que recurren a ella y rezan con rapidez.
La pierna izquierda doblada representa su renuncia a las emociones conflictivas. La pierna derecha semi doblada demuestra que Tara está lista para ponerse de pie y proveer ayuda a los seres. El simbolismo de las piernas nos habla de que Tara, aunque totalmente libre de las imperfecciones del Samsara, permanece en el Samsara para ayudar a los que sufren.
Con la mano derecha, realiza la mudra de la generosidad, significando que ella concede poderes ordinarios y sublimes hasta la realización de la mente. Su mano izquierda realiza el mudra de refugio, dedo pulgar a índice indican la unión de medios hábiles y conocimiento. Los otros dedos están estirados para representar a las Tres Joyas, Buddha, Dharma y Sangha. Los flores de loto que ella sostiene representan que todas las cualidades de la divinidad.
Realización han florecido dentro de ella. Su encanto y belleza revela que ella es la Madre de los Buddhas y que su compasión para todos los seres es ininterrumpida. Sus adornos (sedas y joyas) son testigos de su pericia y maestría en su actividad. Su espalda derecha muestra que su meditación es similar a un diamante que nunca se turba. Por último. La luna detrás de ella, simboliza la abundancia de felicidad inagotable.