"Tu gracia me es dada. La reclamo ahora."
Dios nos
habla. ¿No deberíamos acaso nosotros hablarle a Él? Dios no es algo
distante, no se oculta de nosotros. Está siempre accesible, y Ama a su
Hijo. De nada, excepto de ésto se puede estar seguro, pero con esto
basta. Lo ama aún cuando su mente duerma; y cuando su mente despierte,
lo amará igual.
Su gracia es Su respuesta para toda desesperación, en
ella radica el recuerdo de Su Amor. Y es tuya, sólo con que la
reconozcas, y su memoria despertará en la mente que le pida los medios a
través de los cuales su sueño termina.
Hoy le pedimos a Dios este
regalo, que es el que con más celo Él conservó en nuestro corazón; por
su intermedio, Dios se inclina hasta nosotros y nos eleva, dando Él
mismo el último paso de la salvación, haciendo que las telarañas del
sueño desaparezcan, restaurando las memorias que la mente que duerme
había olvidado.
Dios ama a su Hijo. Pedile ahora que te proporcione
los medios a través de los cuales este mundo desaparece; y primero
vendrá la visión, y luego el conocimiento. En la gracia, ves una luz
envolver al mundo con amor, y el miedo borrarse de todos los rostros.
Hoy
es un día nuevo y santo, porque recibimos lo que se nos ha dado. Nos
elevamos hacia El con gratitud y Amor, y Él desciende para recibirnos,
según nos acercamos.
Digamos: "Tu gracia me es dada, la reclamo
ahora. Padre, vengo a tí, y Tú vendrás a mí que te lo pido, pues soy el
Hijo que Tú amas."
martes, 15 de mayo de 2012
Ángel POYEL
martes, 15 de mayo de 2012
Descripción
La
energía que debemos utilizar el 15 de mayo se llama Poyel y lleva el
número 56.
El ángel que se va a ocupar de ti en esta nueva jornada lleva el nombre
de Poyel y va a tratar de transmitirte nada menos que: sostén, fortuna,
talento y modestia.
Todas ellas cualidades que tienen que facilitar en
gran manera tu vida, ya que por poco que te lo propongas te aportarán
prosperidad y bienestar.
Pero recuerda que el primer paso es querer que
esas bienaventuranza s aparezcan en tu vida y después debes creer en
ellas para que puedan materializarse.
La parte contraria te llevará a
la presunción.
Plegaria:
POYEL: Dios que sostiene el universo.
El Eterno sostiene todos los que caen y levanta todos los que están
encorvados.
POYEL: Quiero que mis labios expresen, Señor,
tan sólo lo que es digno;
quiero que mi verbo descubra a quienes me escuchan
la profundidad de tu Obra;
quiero que, como en ti,
todos los que a mí acuden encuentren sostén.
Vivifica, Señor, mi palabra;
haz que con ella pueda abrir
anchas perspectivas;
que con ella pueda iluminar
insondables abismos.
Haz que a través de mí
se expresen tus más elevadas virtudes.
Hazme, Señor POYEL,
el constructor en la Tierra,
de esa ciudad eterna
que tú has edificado en el cielo.
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72 Ángeles de la Cabala
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