martes, 15 de mayo de 2012

Lección 168

"Tu gracia me es dada. La reclamo ahora."
Dios nos habla. ¿No deberíamos acaso nosotros hablarle a Él? Dios no es algo distante, no se oculta de nosotros. Está siempre accesible, y Ama a su Hijo. De nada, excepto de ésto se puede estar seguro, pero con esto basta. Lo ama aún cuando su mente duerma; y cuando su mente despierte, lo amará igual.
Su gracia es Su respuesta para toda desesperación, en ella radica el recuerdo de Su Amor. Y es tuya, sólo con que la reconozcas, y su memoria despertará en la mente que le pida los medios a través de los cuales su sueño termina.
Hoy le pedimos a Dios este regalo, que es el que con más celo Él conservó en nuestro corazón; por su intermedio, Dios se inclina hasta nosotros y nos eleva, dando Él mismo el último paso de la salvación, haciendo que las telarañas del sueño desaparezcan, restaurando las memorias que la mente que duerme había olvidado.
Dios ama a su Hijo. Pedile ahora que te proporcione los medios a través de los cuales este mundo desaparece; y primero vendrá la visión, y luego el conocimiento. En la gracia, ves una luz envolver al mundo con amor, y el miedo borrarse de todos los rostros.
Hoy es un día nuevo y santo, porque recibimos lo que se nos ha dado. Nos elevamos hacia El con gratitud y Amor, y Él desciende para recibirnos, según nos acercamos.
Digamos: "Tu gracia me es dada, la reclamo ahora. Padre, vengo a tí, y Tú vendrás a mí que te lo pido, pues soy el Hijo que Tú amas."

Ángel POYEL

martes, 15 de mayo de 2012
Descripción 
La energía que debemos utilizar el 15 de mayo se llama Poyel y lleva el número 56. 
El ángel que se va a ocupar de ti en esta nueva jornada lleva el nombre de Poyel y va a tratar de transmitirte nada menos que: sostén, fortuna, talento y modestia. 
Todas ellas cualidades que tienen que facilitar en gran manera tu vida, ya que por poco que te lo propongas te aportarán prosperidad y bienestar. 
Pero recuerda que el primer paso es querer que esas bienaventuranzas aparezcan en tu vida y después debes creer en ellas para que puedan materializarse. 
La parte contraria te llevará a la presunción. 
 
Plegaria: 
POYEL: Dios que sostiene el universo.  
El Eterno sostiene todos los que caen y levanta todos los que están encorvados. 
POYEL: Quiero que mis labios expresen, Señor, 
tan sólo lo que es digno; quiero que mi verbo descubra a quienes me escuchan la profundidad de tu Obra; quiero que, como en ti, todos los que a mí acuden encuentren sostén. 
Vivifica, Señor, mi palabra; haz que con ella pueda abrir anchas perspectivas; 
que con ella pueda iluminar insondables abismos. 
Haz que a través de mí se expresen tus más elevadas virtudes. 
Hazme, Señor POYEL, el constructor en la Tierra, 
de esa ciudad eterna que tú has edificado en el cielo.