Descripción
La
energía que debemos utilizar el 22 de abril se llama Yehuiah y lleva el
número 33.
Cumplir con todos tus compromisos, he ahí una de las principales claves
que encierra esta jornada.
Se trata pues que empieces por confeccionar
una lista de tus obligaciones más inmediatas.
Una vez realizada ve
tachando lo que despaches.
La consigna es que los deberes deben pasar
antes que los placeres y si tratas de escapar te encontrarás con
inconvenientes en todo aquello que intentes realizar;
cosas que salen
mal, citas que se retrasan, resultados imprevistos, molestias generales.
Plegaria:
YEHUIAH : Dios que conoce todas las cosas.
El Eterno conoce el pensamiento del hombre y sabe de su vanidad.
YEHUIAH :
Señor, he recorrido un largo camino del lado de la ley;
he sido tu instrumento y me has dirigido a placer.
Si es tu voluntad el que ahora conozca
las debilidades de tu reino,
vela desde lo alto, YEHUIAH,
para que aprenda las lecciones que debo asimilar
sin extralimitarme en las atribuciones dañinas
de que me has dotado.
Quiero moverme en el límite de tus exactos designios;
quiero que mi incursión en la columna de las tinieblas
sea un episodio,
un interludio, un intermezzo, una distracción
en la gran ópera de mi existencia.
Y una vez aprendidas las lecciones
que tu voluntad me ha asignado,
pido tu ayuda, Señor,
para que pueda volver
a la columna de la luz y,
ya en ella,
pasar al pilar del centro,
a fin de ser fundamento y base de tu esplendoroso universo.
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