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Thich Nhat Hanh nació en Vietnam en 1926. Ha sido monje budista
durante más de cuarenta años además de poeta y activista por la paz. Fue
nominado por Martín Luter King Jr. Para el Premio Nobel de la Paz en
1967. Actualmente vive en Plum Village, una comunidad budista cerca de
Burdeos, Francia, que él fundó en 1982. Ha escrito más de 60 libros,
destaca su libro: "Versos para vivir con atención".
1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o
ideología, incluso las budistas. Todos los sistemas de pensamiento son
guías, no son la verdad absoluta.
2. No creas que el conocimiento que tienes ahora es absoluto,
inmutable. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de
vista presentes. Aprende y practica el desapego de tus puntos de vista
para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. Preparate
para aprender a través de todo, a observar en tí mismo y en el mundo en
todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio
en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad,
amenaza, dinero, propaganda o incluso educación.
Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y a la estrechez.
4. No evites el contacto ni cierres tus ojos al sufrimiento.
No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida y
del mundo. Encuentra maneras de estar con aquellos que sufren por todos
los medios. Incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes y
sonido. Por tales medios despierta en ti mismo y en los demás la
realidad del sufrimiento en el mundo.
5. No acumules riquezas mientras millones están hambrientos. No
tomes como objetivo de tu vida la fama, el provecho, la riqueza o el
placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los
recursos materiales con los que estén en necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surjan la ira o el odio
practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a
las personas que han causado ira u odio. Aprende a ver a los otros
seres con los ojos de la compasión.
7. No te pierdas en la dispersión ni en el ambiente que te rodea.
Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del
cuerpo y de la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la
concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura
en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver
todos los conflictos, aunque sean pequeños.
9. No digas cosas falsas por interés personal o para impresionar a
los demás. No pronuncies palabras que causen desviación u odio. No
difundas noticias que no sabes que no son ciertas. No critiques ni
condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y
constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de
injusticia, aún cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad budista para ganancia o provecho personal,
no transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad
religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y
la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin
engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la
naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás su
oportunidad de vivir. Elige una vocación que te ayude a realizar tu
ideal de compasión.
12. No mates. no permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la
propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan con el
sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo simplemente como un instrumento.
Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la
realización del camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor
y compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento
futuro que pueda causarse.
. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y
compromisos de los demás. Sé plenamente consciente de la responsabilidad
de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al que estás
trayendo nuevos seres.
. No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos preceptos
perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno de nosotros
puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin embargo, debo trabajar
hacia esa meta. Esa es mi meta. Ninguna palabra puede reemplazar a la
práctica sólo la práctica puede hacer a las palabras. "El dedo que
señala a la luna no es la luna".
Extraído de las enseñanzas de Thich Nat Hanh y adaptado por Pensamiento consciente.
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