Estar en cuerpo y mente-cuento hindú
Cuentan que hace muchos años en India había dos jóvenes que eran 
grandes amigos. Trabajaban en una pequeña aldea y decidieron ir a pasar 
unos días a la ciudad.
Cuando llegaron a ella, comenzaron a caminar por las calles 
populosas, llenas de actividad y gentes bulliciosas. Y así fue que 
llegaron a una gran calle donde se encontraba un conocido burdel que 
estaba frente a la casa de un hombre santo muy famoso.
Uno de los amigos decidió pasar unas horas en el burdel, bebiendo y 
disfrutando de las bellas prostitutas, en tanto que el otro optó por 
pasar ese tiempo en el santuario, escuchando al maestro que hablaba 
sobre la conquista interior.
Cuando había pasado un buen rato, el joven que estaba en el burdel 
comenzó a lamentar no estar escuchando al maestro en el santuario, en 
tanto que el otro amigo, por el contrario, en lugar de estar atento a 
las enseñanzas que estaba oyendo, estaba fantaseando con los placeres 
del burdel y reprochándose a sí mismo lo necio que había sido por no 
elegir la diversión.
De este modo, el hombre que estaba en el burdel obtuvo los mismos
 méritos que si hubiera estado en el santuario, y el que estaba en el 
santuario acumuló tantos deméritos como si hubiera estado en el burdel. 
Mientras tanto el maestro seguía hablando del valor de vivir el momento 
presente con todo el ser y el corazón y decía:
"No basta con estar físicamente presente, ni con hacer los gestos
 o decir las palabras de forma mecánica. Precediendo a los actos, está 
la actitud interior, la conciencia del acto y sus consecuencias. En la 
actitud interior, en la conciencia del acto se encierra su autentico 
valor".
Pero el discípulo perdido en sus fantasías no lo escuchaba.
Anthony de Mello
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