El Karma y la Vida Diaria
Contamos
también con nuestro cinco sentidos, de los cuales recibimos impulsos,
ya sea de vidas pasadas o de esta vida, y también recibimos impresiones.
Es nuestra reacción a la acción lo que engendra emociones, determinando
de esta manera nuestro Karma, recordemos que el Karma es la cosecha de
nuestra siembra y la semilla son las emociones.
Dentro
de nuestro interior representamos solamente dos clases de emociones o
fuerzas, la negativa y la positiva, el bien y el mal, el blanco y el
negro, materia y energía y todos los opuestos que pueda concebir la
mente humana, cada una generará un diferente tipo de Karma, bueno o malo
según sea la calidad de la emoción que sintamos.
Como
resultado de esta dualidad, el ser humano vive en una constante lucha
entre el bien y el mal, entre sentimientos positivos y negativos, entre
deseos y tentaciones de los cinco sentidos y las respuestas emocionales
que despiertan sus acciones en nuestro inconsciente, con las reacciones
conscientes resultantes.
Como
habíamos dicho ya en capítulos anteriores, no es nuestra acción lo que
determina nuestro Karma, es nuestra actitud ante la vida la que lo crea,
es decir, no es lo que hagamos sino la emoción que se genera. Dos
personas pueden hacer exactamente lo mismo, y cada una tendrá un Karma
diferente, dependiendo de la emoción que hayan vivido al hacerlo.
Ejercicio
¿Cómo crees que vas a morir y a que edad?
¿Qué te gustaría que dijera tu lápida? Escribe tu propio epitafio, un elogio para ti mismo.
Ciclo de Renovación
El
Karma es un proceso cíclico, no tiene tiempo. Una persona puede actuar
de cierta manera que produzca un tipo de Karma (bueno o malo), pero este
Karma puede manifestarse de manera inmediata o tardar años, pudiera ser
que se crea en la niñez y se presenta en la edad adulta.
El
tiempo es algo relativo, incluso para nosotros que vivimos presos en
el. Las experiencias que tenemos día con día, nos renueva
constantemente, nadie es el mismo que ayer, que hace un año… nosotros
pensamos que si, no notamos los cambios, pero todos vivimos en proceso
de cambio, nuestra memoria crea esta ilusión. Vivimos en continuo ciclo
de renovación, de vida y muerte, de principio y fin.
La
Ley del Karma puede ser incomprensible para nuestra mente lógica, es un
gran misterio, nos es difícil comprender ciertas cosas, como los
desastres naturales o los niños enfermos de cáncer ¿Esto también es
cuestión de Karma? Si… también lo es.
Los Desastres Naturales
Los
temblores, las erupciones volcánicas, y cualquier tragedia de este tipo
entra también en este ciclo de renovación, se trata de reconstruir. A
veces los granjeros queman sus campos para generar una rica capa de
tierra cubierta de cenizas. ¿Quién es el granjero del cosmos?. Explicar
este tipo de Karma es como si quisiéramos explicarles a las hormigas por
qué estás a punto de destruir por completo su nido para poder arar el
campo.
Enfermedades Infantiles
El Karma no es un castigo que venimos arrastrando de vidas anteriores, reiteramos que es un proceso de aprendizaje también.
¿Qué
sientes cuando te enteras que un bebé a nacido con sida, o cuando un
niño a muerto de cáncer? ¡Eso es lo que estos niños nos vienen a
enseñar! La compasión.
Una
vez más, el Karma es un ciclo de renovación, a veces nos toca aprender
el dolor y la enfermedad, otras, la compasión. Todos tenemos un turno en
este juego cósmico, durante varias edades en el tiempo, para asegurar
que la sensibilidad y empatía emerjan en la raza humana.
La
mayoría de las veces, pensamos en el Karma como “premio y castigo” y a
eso le añadimos que serán de manera tangible, física, palpable, no
siempre es así.
Al
ser el Karma una semilla que nace y se forma de una emoción, la mayoría
de las veces, el resultado es otra emoción, es decir, muchas veces el
resultado de una vida llena de errores, en donde nos aferramos a
nuestros pensamientos y actitudes sin querer reflexionar y sin querer
cambiar, nos lleva a vivir períodos de soledad, tristeza, enojo, etc, en
una palabra: Intranquilidad. El Karma también puede ser el no encontrar
la paz en esta vida, nuestra vida.
En
esta vida de continua renovación, es aconsejable detenernos diariamente
a reflexionar sobre nuestros actos y nuestros pensamientos, solamente
cambiando nuestra actitud ante la vida, podemos cambiar nuestro Karma
malo, para darle paso al Karma bueno.
Si es posible
cambiar nuestra vida, aunque esto no quiere decir que estarás libre de problemas, ya que estos son tu oportunidad de aprender.
Ejercicio
Si tuvieras una botella y de ella saliera un genio ¿Qué le pedirías que cambiara de ti mismo?
Limpiando nuestro Karma
A
continuación, te presento un programa de 9 días que te ayudará a
eliminar el Karma malo de aquí en adelante. Llevando este programa,
puedes cambiar totalmente el curso de tu vida.
Antes de empezar, es necesario prescindir de 3 cosas:
Radio
Televisión
Periódicos
En
estos momentos debemos aprender a ser selectivos con las cosas que
alimentan nuestra mente. Las noticias, los programas llenos de violencia
o la música con un mensaje altisonante influye de manera negativa en
nuestra mente, crea sensaciones que provocan la creación de sustancias
químicas en el cerebro que interfieren con el buen funcionamiento de
nuestro organismo en general.
La
mayor fuente de envenenamiento mental y constante agitación provocadora
de ansiedad son la televisión y los periódicos. Vivimos en una sociedad
sobrecargada de información y somos bombardeados por los medios con
toxinas psicológicas que igualan o exceden cualquier toxina ecológica.
Ver
la televisión antes de dormir o al levantarse es totalmente perjudicial
ya que en estos periodos de tiempo, nos encontramos híper
sugestionables e inmersos en un estado debilitado e irracional.
Exponerse a tales estímulos es el equivalente mental a tomar un baño en
aguas de alcantarilla.
Enseguida te daré los pasos que llevarás durante estos 9 días.
No Comuniques tus Insatisfacciones
No le comuniques a nadie que tus finanzas van mal o que tienes problemas con tu familia, nada, absolutamente nada a nadie.
El decir este tipo de cosas te quita la posibilidad de reflexionar sobre las cosas que hay que corregir o cambiar.
Cuando
logramos mantenernos callados en cuanto a nuestras insatisfacciones,
hacemos cierta presión en el cerebro que agiliza la solución a nuestros
problemas.
Cuando nos quejamos por lo general decimos más de lo que hemos hecho por cambiar nuestras circunstancias
No Critiques
Cristo decía:
“No es lo que va hacia la boca del hombre lo que lo corrompe, sino aquello que sale de su boca, eso corrompe al hombre”
Mateo 15:11
No
vamos a desperdiciar tiempo ni energía criticando a nuestros amigos, o
nuestra forma de conducirnos. No vamos a criticar, vamos a solucionar,
para ello nuestra mente necesita tener espacio libre para accionar
correctamente.
No vamos a ocuparla con pensamientos inútiles
La cadena de los pensamientos y las acciones
Al dejar la crítica y las quejas empezamos a sentir una presión mental que hará que las soluciones empiecen a brotar.
Poco
a poco descubrirás la mágica relación que tiene los pensamientos con
las acciones. Un pensamientos lleva a los sentimientos y dichos
sentimientos llevan a una y otra acción.
Esto
te permitirá hacer tu vida como la piensas, o por lo menos observas tus
emociones para en realidad encontrar lo que está pasando allí.
Al
cultivar nuestros pensamientos tendremos como consecuencia acciones que
nos den una mejor calidad de vida, la vida que tu deseas.
Despierta más temprano
Levántate
una hora más temprano por la mañana y practica algún tipo de ejercicio,
el yoga o las artes marciales pueden ser una buena opción. Cualquier
cosa que involucre la actividad física te ayudará a cambiar el biorritmo
normal de tu cuerpo, y de esta manera estimularás tu conciencia
personal.
La
meditación es otra buena opción para practicar, ya que antes del
amanecer se recibe una ola de energía benéfica que para a través de la
atmósfera, ya que hay un cambio especial en la concentración iónica de
la atmósfera y que todo el balance electromagnético de la estratosfera
cambia justo antes del amanecer.
Haz una comida fuerte
Haz
una comida fuerte al día, sin carne o pescados, sólo frutas o
vegetales, toma mucho agua natural. Esto puede producir alguna
hipoglucemia, la cual te puede ayudar a eliminar toda clase de
reacciones emocionales.
Mientras
emergen estas sensaciones, no se te permitirá criticar o expresar
insatisfacción y en consecuencia, tendrás la oportunidad de descubrir
los aspectos más profundos de ti mismo.
Esto
no tiene nada que ver con dietas, es sólo un trabajo sobre nuestras
vidas emocionales y un método para romper con patrones profundamente
arraigados
Practica la Meditación
Medita
por lo menos 20 min. diarios, busca un rato de tranquilidad entre en
amanecer y el atardecer (antes de que se meta el sol), la razón de esto
tiene que ver una vez más con los biorritmos y ciclos de la Tierra.
La meditación al final de la tarde permitirá que el material inconsciente salga y aclare los patrones kármicos.
Hay
una gran cantidad de métodos para la meditación, busca y encuentra el
que más se adapte a ti, una vez que hayas encontrado tu método, hazlo
tuyo, no vayas de prueba en prueba.
La meditación diaria te permitirá restaurarte, es como “reiniciar” la computadora cuando algo sale mal o se bloquea.
Realiza diariamente algo que te desagrade
Realiza
diariamente algo que no te guste hacer y que no sea parte esencial de
la supervivencia diaria, por ejemplo, a muchas personas no les gusta su
trabajo, sin embargo es parte esencial de la supervivencia diaria ya que
gracias a ello obtenemos un beneficio económico.
En
este caso se trata de realizar algo que no te guste y no sea necesario,
esto tiene como finalidad comenzar a tomar conciencia de lo
superficiales que son nuestras vidas, y es aquí donde podemos aprender a
percatarnos de nuestra existencia robotizada, el forzarnos diario a
hacer algo superfluo ¡es el secreto para desarrollar la fuerza de
voluntad!.
Ayuda desinteresadamente
Diariamente
haz algo por el bien de alguien y ¡no lo pregones!.El hacer el bien ya
sea a alguien en particular, para el mundo o el universo sin que esto
esté relacionado contigo será el verdadero desprendimiento del los
frutos de tus acciones.
A
todos nos gusta hacer el bien cuando va el reconocimiento de por medio,
pero cuando no se nos permite que nadie más sepa de ello, nos sentimos
jalados por una correo psíquica. Los efectos espirituales kármicos de
este ejercicio son profundos.
Reflexiona
A
lo largo de nuestra vida podemos vivir acontecimientos que aún pasado
el tiempo, no podemos asimilar. Esto funciona más o menos de la
siguiente manera:
Todos
estamos conscientes de que comer es el inicio de un proceso. El hecho
de ingerir no garantiza que obtendremos beneficios de ello (sin importar
la calidad del pensamiento).
Así
que para poder obtener beneficios de los alimentos, deben ser digeridos
y asimilados, esto es, transformados en pequeñas moléculas que puedan
ser absorbidas por el hígado y el torrente sanguíneo, para obtener
carbohidratos, proteínas y grasas.
Del
mismo modo ocurre con la vida. Podemos tener una experiencia que nos
impacta directamente, pero es como ingerir los alimentos (todavía no
hemos asimilado esa experiencia).
El
procedimiento automático del Karma que intenta asimilar nuestras
experiencias en la vida es el estado de sueño. Es por medio del sueño
que liberamos algo de nuestro Karma, trabajamos algunas experiencias, y
tenemos la oportunidad de asimilarlas y digerirlas.
Lo
que deseamos en este momento es acelerar este proceso, sería como
vaciar la papelera de reciclaje de nuestra computadora cada noche antes
de terminar el trabajo.
El siguiente ejercicio te ayudará a acelerar este proceso:
Ya
acostado, preparado para dormir, empieza a revisar todo lo que hiciste
durante el día, hazlo inversamente, es decir, subir a la cama, lavarte
los dientes, y así repasa todo el día.
No
te preocupes si al principio te duermes justo en el momento en que te
lavaste los dientes, es normal, ya que el cerebro rechaza los
acontecimientos que pudieron haberte causado molestia o dolor y “te pone
a dormir”.
Sigue intentándolo, cuando logres avanzar en tu trayecto por el día ve al siguiente paso.
Cuando encuentres alguna experiencia que te provoca alguna emoción ponle “pausa” a tus recuerdos.
Experimenta
esa emoción y analiza los detalles mientras recuerdas la experiencia.
Analiza si puedes ser rectificada, imagínala de otra forma, si crees que
pudiste haberlo hecho de una mejor manera, hazlo, visualiza esa
experiencia con otra actitud tuya.
De
esta manera, estarás construyendo nuevos caminos mentales para la
resolución de tus problemas, ya no actuarás de manera impulsiva, tus
actos empezarán a ser conscientes.
Como
consecuencia de esto, empezarás a ponerte metas, si una persona viaja
por esta vida sin una meta, estará viajando sin rumbo ¿a dónde va? ¿cuál
es el punto a seguir? ¿Cuál es la finalidad?.
Empieza
a trazarte metas y establece tiempos razonables para cumplirlas,
tampoco se trata de presionarnos y que al final no podamos cumplirlas
eso solo nos dejara frustración.
Para finalizar este contenido , solamente quisiera hacer un último comentario acerca del Karma.
El
Karma es como las semillas de mostaza negra (características de la
cocina del sur de la India). Estas semillas pueden ser plantadas para la
futura cosecha, o ser utilizadas para la preparación de alimentos.
Las
semillas de mostaza fritas en aceite nunca germinarán y en el proceso
de cocción proporcionan un sabor maravilloso a lo que se esté aderezando
con ellas.
Cuando
freímos las semillas de nuestro Karma, el sabor de nuestra vida se
enriquece, la vida siempre debe ser un viaje de placer ¡nunca un simple
destino llamado muerte!.
Solo me resta preguntarte: ¿Freímos las semillas?.
Lo que resuene para ti recibelo, si no es así, déjalo ir.
Con amor infinito
Dannys.