Esta semana entramos el mes de Aries, el primer mes en el calendario
astrológico y de acuerdo a los kabbalistas, un mes en el cual utilizamos
la fuerte energía abrasadora que está disponible para crear milagros.
¿A qué me refiero con “milagros”?
Por definición, un milagro significa algo que va más allá
de los límites de la naturaleza. Esto quiere decir que si queremos que
algo cambien en nuestra vida y queremos que las cosas sean diferentes,
entonces necesitamos ir más allá de nuestra naturaleza.
Esencialmente, la clave para crear milagros es dar un
paso extra cuando es difícil hacerlo: cuando estamos muy cansados para
ofrecer voluntariado, cuando no tenemos ganas de salir y estar con otras
personas, cuando simplemente no podemos reunir las habilidades para
sonreír y ser amables con alguien más. Pero cuando salimos más allá de
nuestra zona de confort en momentos como estos, podemos también esperar
que el universo haga lo mismo por nosotros.
Puede tomar menos de 10 minutos de nuestro tiempo cambiar
la vida de una persona. Por ejemplo, cuando sabemos que alguien está
desesperado o en depresión, podemos tomar el teléfono y simplemente
decir “estaba pensando en ti y quiero que sepas que tienes un amigo”.
Palabras tan simples, cuando son dichas desde el corazón, pueden cambiar
el día, el mes o incluso el año de esta persona. La belleza de esta
acción está en que también puede crear un milagro en nuestras vidas,
sencillamente porque hicimos el esfuerzo de llamar.
La regla espiritual es que para recibir una bendición,
necesitamos una vasija en la que ésta pueda descansar. Lo que quiere
decir esto es que somos responsables por la creación del espacio de
nosotros para que la Luz entre. Podemos hacerlo al quitarnos a “nosotros
mismos” del medio, al limpiar el espacio dentro de nosotros.
Podemos aplicar esta idea en muchas áreas de la vida. Por
ejemplo, las personas por lo general me preguntas sobre las relaciones.
“¿Por qué no puedo encontrar al indicado?” dicen. Mi respuesta para
ellos es siempre: “Tal vez no creaste el espacio para el indicado”.
Cuando estamos atascados, cuando nos aferramos a algo o a alguien, o
cuando nos sentimos deprimidos, estamos simplemente muy ocupados en
“nosotros mismo”. No creamos el espacio.
Cualquiera que sea la circunstancia, está en nuestras manos crear el cambio.
Particularmente en está época del año en la que hay tanta esperanza por
la libertad y la Luz, tomemos la oportunidad de crear un milagro (ya sea
grande o pequeño) en el cosmos. De esta manera, podemos ir al siguiente
nivel de nuestra alma, encontrando sinceridad y amor real por la
humanidad.
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