Descripción:
La
energía que debemos utilizar el 21 de febrero se llama Ylahiah y lleva
el número 44
Si conectas, en el transcurso de esta jornada, con personas que ya han
pasado antes por tu vida, es señal de que todavía tienen algo que
transmitirte.
Así que recíbelos con los brazos abiertos y ofréceles tu
hospitalidad. Al mismo tiempo, trata de averiguar cuál es la lección que
ha quedado pendiente.
Te interesa prestar atención para que cuando
aparezcan esos personajes estés en disposición de tratar con ellos lo
necesario para que puedan desaparecer definitivamente de tu vida.
Escúchalos bien.
Plegaria
YLAHIAH : Dios Eterno.
Acoge, ¡Oh Eterno!, los sentimientos que mi boca expresa, y enséñame tus
leyes.
YLAHIAH, si me has elegido a mí
como instrumento de tu justicia,
mantenme dentro de tu luz,
sin permitir que mis sentimientos se desborden
impeliéndome a tomar la justicia por mi mano.
Guíame, Señor, hacia las escuelas del saber,
donde pueda instruirme sobre tus leyes
y tomar conciencia de la organización del cosmos.
Haz que las empresas en las que triunfe
sean aquellas que inspira tu designio.
Y estando tu voluntad en juego,
haz que sea ese héroe
mediante cuyo comportamiento todo el universo
da un magistral paso adelante.
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