"Dios es la Mente con la que pienso".
Haremos 3sesiones de práctica
de 5 minutos cada una, que siguen el mismo modelo que la de ayer, además
de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Tratemos de
comprender y recordar que lo que Dios quiere que hagamos es lo que en
verdad queremos hacer; y no podemos fracasar al intentarlo; estamos
acompañando Su deseo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la
idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís para tus adentros.
Luego, pensá 4 ó 5 ideas afines que provengan de vos, por ej: "mis
pensamientos reales están en mi mente. me gustaría encontrarlos" Tratá
de llegar a lo eterno; tratá de que tu actitud sea de reverencia, porque
estamos intentando llegar a un lugar sagrado: aquel donde nuestra mente
se une a la de Dios.
Aplicaciones cortas: tratá de recordar qué
importante es comprender la santidad de tu mente, que piensa con Dios,
mientras repetís la idea a lo lardo del día, dedicando 1 ò 2 minutos a
ello. Dejá de lado los pensamientos indignos de esta mente divina, y
agradecé por los pensamientos que Dios piensa con vos.
La idea de hoy
es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, que tienen
que estar en tu mente, porque no pueden haber abandonado su fuente.
(tené presente que no existe relación entre lo que es real y lo que
pensamos que es real) Al pensar con la mente de Dios, compartimos
nuestros pensamientos con Él, y viceversa. Tal como somos parte de Su
mente, nuestros pensamientos lo son también.
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