El mes de Leo está gobernado por el Sol, el poderoso cuerpo celeste 
que comparte su luz con toda la humanidad. Por ende, no ha de sorprender
 que los kabbalistas expliquen que el mes de Leo es un mes de alta 
energía y polaridad. Dentro de este existe un gran potencial para la 
Luz, y al mismo tiempo, un potencial igual para la negatividad. Para 
nosotros, esta energía dual se manifiesta como presión. La presión que 
sentimos es justamente para que hagamos los cambios que asegurarán que 
seamos menos reactivos y que compartamos más el próximo año. 
            Así como lo he mencionado antes, podemos pensar en ello 
de esta forma: si colocamos un pedazo de carbón en una mesa, nada 
ocurre. Continúa siendo un bulto de carbón. Sin embargo, cuando tomamos 
ese pedazo de carbón y le aplicamos mucha presión, se convierte en un 
diamante. De igual manera, la presión cósmica de este mes nos da la 
oportunidad de tomar pedazos de carbón (la carencia, el odio, el 
egoísmo) y transformarlos en abundancia, amor y compartir.
            En la vida, nos estamos moviendo hacia el cambio o nos 
alejamos de él. Estamos agregando a nuestra negatividad o eliminándola. 
Una vez que entendemos que esta es la realidad, podemos comenzar a 
acceder a la verdadera realización. En realidad, la vida en la dimensión
 física es una constante batalla. Pero no es una batalla entre nosotros y
 las personas y situaciones a nuestro alrededor. Más bien, es una 
batalla entre nosotros y nuestro ego. 
            En estos tiempos intensos, lo que necesitamos recordar es
 que la vida no se trata de encontrar el confort en una cama de rosas 
para recostarse. En nuestras vidas, generalmente tratamos de construir 
una cama de rosas a partir de muchas cosas (una relación, el dinero, el 
éxito, la aprobación e incontables adicciones). Sin embargo, es 
inevitable que encontremos que esta realización es efímera. Las rosas se
 marchitan y usualmente terminamos atascados con las espinas.  
            En el mes de Leo, debemos intentar reconocer las 
oportunidades que vienen para abrir las puertas de la transformación. 
Podemos elegir volvernos espirituales debido a las adversidades en 
nuestras vidas, sabiendo que podemos ser mejores seres humanos a partir 
de esas situaciones. Este es el poder de caminar un camino espiritual. 
Sólo tenemos que ser pacientes mientras el cosmos revela su esencia 
espiritual en nuestras vidas y el mundo.  
            Mientras más nos acerquemos a la Luz, más hermoso y 
completo será el universo. Al final, no existe la oscuridad, sólo la 
ausencia de Luz. Vencer la ausencia de Luz para el beneficio de la 
humanidad es nuestro trabajo. Utilicemos la energía de este mes de Leo 
para catapultarnos a nosotros (y al mundo) a un nivel espiritual más 
alto.
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