"En mi indefensión radica mi seguridad."
A vos, que te
sentís amenazado por el mundo, te confirmamos que el mundo no ofrece
ninguna seguridad. Es imposible la paz allí donde el peligro acecha de
este modo; no podés sino estar a la defensiva, y esta actitud es una
doble amenaza: da testimonio de la debilidad y establece defensas. Es
como si la mente se halla encerrada en círculos concéntricos de defensa y
ataque, cuando en verdad es imposible defenderse, porque el ataque es
ilusión. La indefensión es fortaleza. La actitud defensiva implica
debilidad, implica la posibilidad de ser atacado. Hoy miraremos más allá
de los sueños, reconociendo que no necesitamos defensas porque fuimos
creados inexpugnables. Nos es imposible temer, si no hay nada que pueda
dañarnos. Permanece en silencio un segundo y piensa cuán seguro
descansás y cuán invulnerable sos en la luz. Y mientras no enseñés lo
que aprendiste, la salvación seguirá esperando, y no reconocerás la luz,
y que ya te escapaste del mundo. Cuando ofrezcas la luz a tus hermanos,
al tomarla ellos harán que vos veas que es tu luz. La salvación es un
juego que juegan niños felices, diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y
desea enseñarles que el miedo ya acabó. Los sueños tenebrosos creados
por el ego no existen, y el Hijo de Dios puede sonreír al reconocer que
no son verdad.
Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos
como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos
parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche,
felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que
compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.
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