"En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios."
Dejá que
hoy sea un día de quietud y sosegada escucha. Su Voluntad es que hoy
oigas Su Palabra, y por eso te llama desde lo profundo de tu mente,
donde Él vive. Este mundo cambiará gracias a vos, porque el Plan de Dios
es éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le dio
Su Palabra para que sea su guía, para siempre a su lado, en su mente.
Hoy oiremos Su Voz, sin la intromisión de nuestros insignificantes
pensamientos, ni deseos personales, y sin juzgar Su Palabra. Tampoco nos
juzgaremos a nosotros mismos. Hoy no oiremos al mundo, sino que
aguardaremos silenciosamente la Palabra de Dios. Él te habla hoy. Su Voz
espera tu silencio, pues su palabra no puede ser oída hasta que tu
mente se haya aquietado, y tus deseos se hayan acallado. Aguardá Su
Palabra en silencio, Hay una paz en vos a la que podés recurrir.
Sesiones
largas: En 3 ocasiones hoy, por 10 minutos, dejá de escuchar al mundo y
elegí en su lugar escuchar la Palabra de Dios. Te habla desde un lugar
que está mas cerca tuyo que tu propio corazón. Su Amor es todo lo que
sos, y todo lo que Él es.
Escuchá hoy a tu Ser en silencio, y dejá
que te diga que nunca abandonaste a Su Hijo. Sólo necesitás estar muy
quieto y escuchar. Así, te elevarás por encima del pensamiento del
mundo, y liberará tu visión de lo que ven los ojos del cuerpo.
Sesiones
cortas: En cada hora hoy, detenete un momento y recordate a vos mismo
que tenés un propósito especial en este día: recibir en la quietud la
Palabra de Dios.
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