"Soy tal como dios me creó"
Sólo con este pensamiento bastaría para 
salvarte a vos y al mundo, si lo creyeras; porque significaría que no 
hiciste ningún cambio en vos, ni que tampoco cambió el universo desde 
que Dios lo creó; así, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y
 la muerte y aflicción no existen. Esta idea es suficiente para sanar el
 pasado y liberar el futuro; para permitir que el presente se acepte tal
 cual es. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no 
reemplazan la verdad, y no hay separación entre tu mente y la Suya.
El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado.
Sesiones
 largas: Comenzá diciendo: "Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede 
sufrir, y Yo Soy su Hijo". Luego, con esta afirmación en la mente, tratá
 de hallar en ella al Ser que es el Santo Hijo de Dios Mismo. Buscá en 
tu interior al Cristo en vos. En lo profundo de tu mente, el Cisto en 
vos espera a que lo reconozcas como lo que vos sos; y mientras no sea 
así, y Él siga siendo un desconocido para vos, seguirás perdido sin 
saber quién sos. Buscalo hoy y encontralo. Abandoná tus falsas imágenes 
de vos mismo; abrí tus brazos, tu corazón y tu mente a Dios.
Sesiones
 cortas: Con corazón lleno de gratitud, albergá sólo pensamientos 
amorosos para todos los que hoy se crucen con vos. Buscá en ellos al 
Cristo, recordando al Cristo en cada uno de nosotros. Decí: "Soy tal 
como Dios me creó" tan a menudo como puedas.
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