domingo, 4 de marzo de 2012

Lección 102

"Comparto con Dios Su voluntad de que yo sea feliz"
Vos no querés sufrir. Quizá pienses que el sufrimiento te puede beneficiar en algo, pero ahora comenzás a sospechar que esa creencia no tiene sentido. Hoy trataremos de darnos cuenta de que el dolor no tiene objeto, ni causa, ni poder para lograr nada. Nada puede aportarte, y no existe. Sentite libre de unirte a la feliz Voluntad de Dios. Estos ejercicios han sido diseñados para ayudarte a encontrar la felicidad que la Voluntad de Dios ubicó en vos.
Hoy necesitamos las sesiones de práctica que nos enseñan que el pecado no es real, y que el dolor y sufrimiento carecen de causa. Acepta la Expiación: el pecado no existe. La dicha es justa, y el dolor no es sino una señal de haberse equivocado con respecto a uno mismo.
Sesiones largas: En los 5 minutos al comienzo de cada hora, declará que aceptás la voluntad de Dios "Comparto con Dios Su voluntad de que yo sea feliz, y acepto ahora la felicidad como mi función". Buscá entonces esta función en lo profundo de tu mente. Sé feliz, pues tu única función aquí es la felicidad. No tenés por qué ser menos amoroso con vos que Aquel cuyo Amor te creó tan amoroso como Sí mismo.
Sesiones cortas: Además de los descansos de 5 min. por hora, hacé frecuentes pausas hoy para decirte a vos mismo que ahora aceptás la felicidad como tu única función aquí. Estate seguro de que al hacer esto te estás uniendo a la voluntad de Dios.

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