Sócrates decía “conócete a ti mismo”. Nadie se conoce a sí mismo. De qué modo, entonces, podría uno conocer a otros?
Nuestro Ser consta de 4 partes (y todo lo que existe también: animales, plantas, cosas, átomos, una mota de polvo… TODO):
UNIHIPILI:
 Niño interno ó subconsciente. Aquí se guardan TODAS las memorias desde 
el comienzo de nuestra creación. Es la memoria del computador. Aquí es 
donde se toman las decisiones que son comunicadas al Uhane para su 
concreción. El niño es el que anda en bicicleta por ti, el que camina, 
respira, el que hace latir tu corazón. El que maneja el coche. El que se
 asusta y vuelca adrenalina en tus células. El que reacciona a partir de
 memorias que se repiten.
UHANE: Madre ó consciente. Es como el 
gerente.  Tiene muy poca memoria. Sólo registra un bit (dato) por cada 
millón de bits que ocurren en un momento dado. Puede gestionar. No tiene
 capacidad para resolver problemas, pero es el que tiene la capacidad de
 comenzar el proceso de Ho’oponopono haciendo contacto con el Niño 
Interno. La Madre y el Niño en conjunto conforman el Alma de la entidad.
 Toma datos de la mente subconsciente para generar las decisiones.
AUMAKUA:
 Padre, supraconsciente ó súperconsciente. Nuestro Espíritu, que está en
 contacto directo, en perfecta sintonía con la Divina Inteligencia. La 
solicitud de limpieza es elevada al Padre por el Niño. El Aumakua envía 
la solicitud a Dios. Luego recibe la Inspiración y la LUZ DIVINA de la 
transmutación de memorias que Dios realiza y las envía al Niño y a la 
Madre, liberando las memorias.
DIVINA INTELIGENCIA: Recibe la 
petición del Aumakua y hace los cambios necesarios para que la memoria 
se borre. Dios sabe. Es esa parte nuestra a la que no le hemos estado 
permitiendo la intervención. Porque somos arrogantes y pensamos que 
podemos resolver nuestros problemas solos. Dios no está separado de 
nosotros. Esta es una ilusión que hemos creído por propia decisión.
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