"Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios para la
Salvación":
Hoy es un día especial: nos pondremos de parte de la verdad,
abandonando las ilusiones. Adoptaremos una postura firme en favor de
Dios. ¡Qué dicha tener certeza! Dejemos de lado las dudas, afianzándonos
en nuestra postura, seguros de nuestro propósito, agradecidos de que
las dudas hayan desaparecido y la certeza nos cubra. Tenemos una función
que desempeñar (aunque la desconozcamos) y quedamos libres de culpa al
reconocer que nuestros pecados no eran sino errores, y al estar libres
de culpa, nos liberamos del miedo, porque estamos a salvo.
Sesiones
largas: ¿No vale la pena dedicar 5 minutos cada hora a aceptar la
felicidad que Dios te dio? Esto garantiza tu liberación del dolor y del
miedo, y una dicha que no es de este mundo. Hoy practicás con Dios
mientras decís: "Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios
para la Salvación" Dios aceptará tus palabras y te las devolverá
radiantes de fe y confianza. Ofrecele las palabras, Él hará el resto.
Pasá
cada hora preparándote para la próxima sesión en que te reunirás con
Dios. Repetí la idea a menudo; cada vez que lo hacés, preparás tu mente
para el feliz reencuentro.
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