"El Amor no abriga resentimientos."
No podés al mismo tiempo, tener
resentimientos (olvidándote de quién sos) y conocer a tu Ser. Tener
resentimientos es permitir que el ego tome el control; te hace creer que
estás separado de tu Fuente, y que sos distinto de Él. Escindido de tu
Ser, que parece dormir, la parte de tu mente que teje ilusiones parece
despierta: y como el que abriga resentimientos niega haber sido creado
por el Amor, su Creador se vuelve algo temible. Si ésto fuera cierto,
¿no vale la pena abandonar los resentimientos y abrazar el perdón?
Práctica
Larga: Buscá en tu mente aquellas personas que sean objeto de tus
mayores resentimientos. Luego traé aún los resentimientos
insignificantes contra aquellos que amás. Esto te deja solo en medio del
universo. Ahora decile a cada una de estas personas: "Te consideraré mi
amigo, para poder recordar que eres parte de mí y así poder llegar a
conocerme a mí misma" El resto de la sesión tratá de imaginarte en paz
con todo el mundo, a salvo en un mundo que te protege y te ama, y al que
a tu vez, vos amás. Al final decí "El Amor no abriga resentimientos.
Cuando me desprenda de mis resentimientos, sabré que estoy perfectamente
a salvo".
Sesiones Cortas: Cada vez que surja un pensamiento de
resentimiento contra alguien, repetí (tanto si la persona está presente
como si no): "El Amor no abriga resentimientos. No traicionaré a mi
propio Ser".
Además, cada hora varias veces, repetí la idea así: "El
Amor no abriga resentimientos. Quiero despertar a la verdad de mi Ser,
dejando a un lado todos mis resentimientos y despertando en Él."
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