"Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo".
3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
En
cada sesión, repetí la idea para tus adentros, luego cerrá los ojos, y
buscá en tu mente los términos con los que te describís a vos mismo,
positivos o negativos. Todos son irreales, porque no nos vemos a
nosotros mismos con los ojos de la santidad. Por ej: "Me veo a mi mismo
como alguien pesimista; pero mi mente es parte de la de Dios. Soy muy
santo" y pasá a la siguiente cualidad. Si no surgen tus propios
atributos, sólo relajate y repetí la idea de hoy.
Tan a menudo como sea posible durante el día, aplicá la idea de hoy a cada atributo que te estés adjudicando.
Esta
idea no describe la manera como nos vemos a nosotros mismos ahora; pero
es lo que la visión nos mostrará. A todos nos cuesta creer ésto de
nosotros mismos; esta es la razón por la que creemos estar en el mundo.
Pero al establecer nuestro Origen, establecemos nuestra Identidad,
describiéndonos como debemos ser en verdad. Hoy cambiamos el énfasis
hacia el que percibe (nosotros) en vez de hacia lo percibido.
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