"He inventado el mundo que veo".
Hoy se requieren 2 sesiones de práctica
más largas, de tres a cinco minutos (no menos de tres), una por la
mañana y otra por la noche (si notás que hacer la sesión te relaja,
podés extenderla a más de 5 minutos). Además, hacé frecuentes
aplicaciones cortas a lo largo del día, que consisten en lentas
repeticiones de la idea de hoy, según explorás tu mundo interno ó
externo. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras
repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a
tu mundo interno. Tratá de introducir la idea de que ambos, interno y
externo, son lo mismo.
Esta idea continúa desarrollando el tema de
causa y efecto. No sos víctima del mundo, porque VOS lo inventaste;
podés renunciar a él con la misma facilidad con que lo construíste.
Mientras desees verlo, lo verás; si no lo deseas, no estará ahí para que
lo veas.
Aplicá la idea de hoy inmediatamente a cualquier situación
que pueda perturbarte, diciéndote a vos mismo: "He inventado esta
situación tal como la veo"
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