El cristal como auto-ayuda.
Es un cristal armonizador de las energías. Esta capacidad que tiene muy importante, porque diariamente perdemos un montón de energía y la poca con la que nos quedamos suele estar desequilibrada. Eso termina por manifestarse en forma de miedos, inseguridad, estrés, nervios...
Este cristal es imprescindible para combatir cualquier problema relacionado con la garganta. Así por ejemplo nos puede ayudar a realizar una ponencia o examen oral. Por supuesto que como nos permite expresarnos correctamente, también nos puede ayudar a decir aquello que no somos capaces de decir (por ejemplo cuando intentamos declarar nuestro amor a alguien).
De este modo, también nos puede ayudar a superar la timidez y a hablar con más contundencia, especialmente en aquellas personas que hablan muy bajo y son incapaces de levantar la voz.
También nos permite tener diálogos con nosotros mismos mucho más constructivos. A veces, esos diálogos pueden llegar a resultar torturantes (especialmente si pensamos que vamos a recibir una mala noticia). En estos casos, el ágata azul nos permite descansar la mente con diálogos mucho más positivos y relajados.
Esta gema es una protección mágica contra peligros y aleja la envidia y la maldad. Hace que su portador gane simpatías y fue muy usada, por esa razón, por los reyes en la antigüedad. Inclusive, protege contra las picaduras de insectos y de los rayos.
Otra característica mágica es que, si se pone una piedra de agata en la boca, calma la sed y si una persona tímida agarra con su mano derecha un trozo de ágata, tendrán fuerza y coraje.
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