sábado, 11 de junio de 2011

Espuma de Burbujas magneticas en la frontera del sistema solar



A la misión Voyager le debemos los primeros planos de los grandes planetas exteriores. Nadie los ha visto y fotografiado tan de cerca, con excepción de la sonda Cassini, desde hace varios años dedicada al sistema de Saturno y sus satélites.

Ahora, las sondas Voyager están saliendo del sistema solar hacia los flujos interiores del brazo de la Vía Láctea donde está situado nuestro sistema solar, y se han encontrado con una onda de choque, y otras sorpresas.

Las sondas Voyager de NASA están realmente yendo a donde nadie ha ido antes. Planeando silenciosamente hacia las estrellas, a 14 mil millones de kilómetros de la Tierra, nos están enviando noticias de los lugares más distantes e inexplorados del sistema solar.

Los científicos de la misión dicen que, de hecho, acaban de enviar noticias muy importantes. Aquello está lleno de burbujas.

"Las sondas Voyager parece que han entrado en un extraño reino espumoso de burbujas magnéticas", afirma Merav Opher, de la Universidad de Boston. "Esto es algo muy sorprendente".

Según modelos de ordenador, las burbujas son grandes, de unos 160 millones de kilómetros de tamaño, así que a las sondas les llevará semanas cruzar una sola de ellas. Voyager 1 entró en la "zona esponjosa" en 2007, y Voyager 2 le siguió un año después. Al principio los investigadores no entendieron qué era lo que las Voyager detectaban, pero ahora ya tienen una buena idea de ello.

"El campo magnético del Sol se extiende hasta la frontera del Sistema Solar", explica Opher. "Debido a que el Sol está girando, su campo magnético se retuerce y arruga, parecido a como ocurre con la falda de una bailarina. Lejos, muy lejos del Sol, donde se encuentran ahora las Voyager, los pliegues de la falda se agrupan".

Cuando un campo magnético se retuerce tanto como en este caso, pueden ocurrir cosas interesantes. Las líneas del campo magnético se entrecruzan y "reconectan". (La reconexión magnética es el mismo proceso físico que hay detrás de las llamaradas solares). Los pliegues amontonados de la falda se reorganizan, a veces de forma explosiva, formando espumosas burbujas magnéticas.

Información extraida de la Nasa

No hay comentarios: