domingo, 5 de febrero de 2012

Afinación Diaria de la Conciencia de la Kabbalah

Una simple elección

Del 5 al 11 de febrero de 2012
Cada uno de nosotros llega a este mundo con un propósito específico que es únicamente nuestro, así como un propósito general que todos compartimos: nuestra corrección espiritual o tikún.

Como estudiantes de Kabbalah, aprendemos que nuestro tikún está formado por comportamientos negativos acumulados de vidas anteriores. Corregir estos patrones destructivos es nuestro trabajo aquí. Transformar y limpiar este “equipaje” es la forma en que alcanzamos nuestra corrección y, en última instancia, nuestra perfección.

Hay dos caminos para lograrlo. El primero empieza con el despertar de la conciencia de que: “No soy la persona que quiero ser. No puedo ser alguien que vive meramente tomando de los demás; seré alguien que da”. Como resultado de esta comprensión, empezamos nuestro trabajo espiritual.

¡Esto es un logro en sí mismo! Tomar la decisión de cambiar representa un gran paso hacia delante. Nuestra naturaleza como seres físicos es ser dominados por el Deseo de Recibir Sólo para Uno Mismo. Apartarnos de este enfoque es en realidad bastante asombroso, y no le sucede a todo el mundo.

La otra forma de completar nuestro tikún es a través de los acontecimientos externos y sus efectos. Si no llegamos a ver nuestra necesidad de cambiar, finalmente se nos requerirá que lo hagamos a través del dolor y el sufrimiento. El universo nos pegará fuerte como efecto de nuestras acciones.

De una u otra forma, al final llegaremos y acabaremos el trabajo, si no en esta vida, entonces en una futura; pero una persona que ha elegido cambiar conscientemente revela más Luz y bendiciones para ella misma y para el mundo que una que meramente reacciona a fuerzas externas.

En este mundo se nos da una simple elección: la autotransformación o el sufrimiento.

¡Ninguna de estas opciones es fácil! Cualquier cosa que merezca la pena tener es siempre difícil de conseguir, pero cuando elegimos nuestra propia transformación erradicamos el sufrimiento, no sólo de nuestra vida, sino del mundo entero.

Esta semana, recuerda que aquello que te resulte más difícil hacer es lo que viniste a este mundo a corregir.

Recuerda que los momentos en los que más quieres ser reactivo, “¡Este es mi momento! ¡Esta es mi hora para brillar!”. Sólo en estos momentos tenemos la rara oportunidad de liberarnos de la esclavitud de nuestras encarnaciones previas.


Todo lo mejor,

Yehuda 

 Meditando sobre estas letras, oprimimos las teclas de RETROCESO y BORRADO en nuestro video espiritual.

Somos purificados en nuestra vida presente corrigiendo nuestras transgresiones de vidas pasadas.

Este Nombre también purifica nuestro ambiente físico de impurezas espirituales.


Lección 74

"No hay más voluntad que la de Dios."
Reconociendo ésto, habrás reconocido que tu voluntad es la Suya. La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido, y la paz te envolverá.
La idea de hoy encierra una gran paz; nuestro propósito es encontrarla. Comenzá las sesiones más largas repitiendo varias veces: "No hay más voluntad que la de Dios. No puedo estar en conflicto". Luego, dedicá varios minutos a añadir pensamientos afines, por ej. "estoy en paz, nada puede perturbarme" etc. Hacele frente a cualquier pensamiento conflictivo que aparezca repitiendo: No hay más voluntad que la de Dios. Este pensamiento conflictivo no significa nada". Si parece persistir, agregá: "Mis conflictos respecto a ..... no pueden ser reales". Luego cerrá los ojos y tratá de experimentar la paz a la que tu realidad te dá derecho. Sumergite en ella. Sentí cómo te va envolviendo. Sentirás una profunda sensación de dicha; la paz se caracteriza por la dicha.
En las sesiones cortas (llevadas a cabo a intervalos previamente determinados por vos) decite:
"No hay más voluntad que la de Dios. Hoy busco Su paz." y tratá de hallar lo que buscás.
Dedicar 1 o 2 min. con ojos cerrados a ésto, cada 1/2 hora, será tiempo bien empleado.