lunes, 26 de diciembre de 2011

Lección 39

"Mi santidad es mi salvación".
Hoy se te exhorta a que sean de 5 minutos completos cada una de las 4 sesiones de práctica largas, y a que sean más frecuentes y de más duración. además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy para tus adentros; luego cerrá los ojos y buscá en tu mente pensamientos que no sean amorosos, en cualquier forma en que se presenten: de ellos necesitas salvarte. Impartirles tu bendición a estas situaciones, personas, etc. asociadas a pensamientos no amorosos, que son sujetos apropiados; para tu salvación, es imperativo que los veas de otra manera. Impartirles tu bendición te salvará y te dará esa otra visión.
Lentamente, sin elegir conscientemente, aplicá la idea "Mis pensamientos no amorosos acerca de .... me mantienen en el infierno. Mi santidad es mi salvación."
También podés solamente repetir la idea de hoy lentamente. Asimismo podés relajarte sin pensar en nada. (mantener la concentración irá siendo más fácil con la práctica). Para finalizar la sesión, repetí la idea de hoy y añadí: "si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto?"
En las aplicaciones cortas, que deben hacerse 4 veces por hora de ser posible, repetí la idea de hoy, y aplicala: "Mi santidad es mi salvación de ésto".
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? La pregunta no es difícil, pero si realmente creyeras que la culpabilidad es el infierno, no precisarías estos ejercicios. Tu santidad es la salvación del mundo. ¿Y tu propia salvación? no puedes dar lo que no tienes. Por eso hoy los ejercicios se dirigen a vos. Tu salvación es crucial, y beneficia al mundo entero. Tu santidad es la respuesta a toda pregunta que exista. Significa el fin de la culpabilidad, y por ende, el fin del infierno. Tu santidad es la salvación del mundo, y tu salvación.