jueves, 8 de marzo de 2012

SANADORES ESPIRITUALES









Solo es sanador espiritual aquel que confía en que sus manos son de Luz.
El que siente el toque de otras manos en las suyas, en las ondas del Amor…
El que siente en su propia presencia visible la inspiración de lo Invisible Inmanente.
El que siente, en su corazón, Aquella Presencia que está en todas las cosas.
El sanador responsable y consciente sabe que quien sana no es él, sino el Poder de la Presencia en él…
Y también sabe que, muchas veces, debido a diversas condiciones kármicas, él no va a lograr buenos resultados en algunos casos.
Pese a todo, aun así, hará su trabajo, pues esa es su naturaleza.
Y, si sus manos son de Luz, naturalmente irradiarán energías, sin juzgamientos ni condiciones. Inclusive, porque sabe que el Amor Real es incondicional y permea todos los seres.
Aun en los casos más difíciles, él sabe que la Presencia pasa semillas espirituales por medio de sus manos… Y tal sembradura sutil tendrá su efecto a su debido tiempo – en la Tierra, o más allá.
El sanador lúcido tiene noción clara de que la materia es energía condensada (y la energía es materia en estado radiante), y, por tanto, sabe que, aun tocando solo el cuerpo físico, también tocará el alma (y viceversa), pues su acción será siempre a nivel energético.
Además, consciente como es de ser emisario de la Presencia, procederá con gran respeto y gratitud, por la oportunidad de realizar la Luz en sus manos.
Ah, un Gran Amor habita el corazón del buen sanador… Y esa grandeza espiritual le dice, en un susurro sutil, que cuando él ayuda a alguien está, a decir verdad, ayudándose a sí mismo.
Porque la Presencia está en él, y por eso sus manos son dos joyas espirituales.
Y allá donde fuere, sus toques siempre serán de Paz y Luz…

No hay comentarios: