domingo, 11 de marzo de 2012

Lección 108

"Dar y recibir son en verdad lo mismo."
La visión depende de la idea de hoy, pues reconcilia los aparentes opuestos. La verdadera luz que hace posible la visión no es la que se ve con los ojos del cuerpo: es un estado mental que se unificó en tal grado que la oscuridad no puede percibirse en absoluto. Esta es la luz en la que no se pueden ver opuestos, y la visión, al haber sanado, tiene el poder de sanar. Extiende tu paz interior desde tu mente hacia otras mentes, para compartirla y regocijarse de que todas las mentes sean una. Ahí dar y recibir se ven como diferentes aspectos de un mismo pensamiento, cuya verdad no depende de cuál se vea primero; ambos ocurren simultáneamente. Un sólo pensamiento unificado, servirá para unificar todos los pensamientos. Tiene una utilidad especial, ya que se puede comprobar y poner a prueba fácilmente.
Sesiones largas: Dar es recibir. Hoy intentaremos ofrecer paz a todo el mundo y ver cuán rápidamente retorna a nosotros. En los 5 minutos al comienzo de cada hora, afirmá: "Dar y recibir son en verdad lo mismo. Recibiré lo que estoy dando ahora." Luego cerrá los ojos y pensá en qué querés ofrecerle al mundo. Por ej: "Le ofrezco sosiego a todo el mundo. Le ofrezco paz interior a todo el mundo..." etc. Repetí cada frase lentamente, y luego hacé una pequeña pausa, esperando el regalo que diste. Puede resultar útil también pensar en alguien a quién dar tus regalos, que represente a todos los demás en el mundo.
Sesiones cortas: Tu rápido avance se consolidará cada vez que decís: "Dar y recibir son en verdad lo mismo." Y de ahora en adelante entenderás mejor el concepto de efecto y causa.

No hay comentarios: