viernes, 11 de enero de 2013




Existe un ritmo natural de las cosas que se puede observar en la naturaleza. En ese ritmo hay una sabiduría implícita, que si la observan es una fuente de gran conocimiento.
 El ritmo es la armonía de lo que se repite, solo tienen que escuchar el palpitar del corazón para entenderlo. En realidad todo palpita en el universo, ese palpitar es el que le da el brillo a las estrellas, es el que permite que los astros se desplacen, que las plantas crezcan, que el sol alumbre, es el latido de la galaxia.
Este ritmo es un programa que se repite, a todas las escalas, en todo el universo, para que exista armonía, unidad en la diversidad, latiendo sin parar. Es contracción y expansión, sonido y silencio, quietud y movimiento.
 Al sucederse también marca un tiempo natural, marca las estaciones, la salida del sol, la llegada de la noche, la maduración de una fruta, el nacimiento de un bebé, el crecimiento de una planta. 
 Gaia es la guardiana del ritmo de las cosas sobre el planeta, es la directora de la orquesta del latir, cuando este paraíso fue creado los seres le infundieron ese ritmo como un soplo divino, desde ese momento de infusión el ritmo natural comenzó  y sigue hasta ahora.
 Esto no quiere decir que ese ritmo no se haya interrumpido en varias ocasiones, que por diversas razones haya parado, para comenzar de nuevo, a otro nivel, reseteado.
 En una de esas ocasiones en las cuales se detuvo se creo la luna para que el cielo marcara la armonía de lo natural. 
 Lo femenino está ligado a ese pulsar, que se transfigura en fases, la luna es la manifestación en el cielo de ese ritmo que en su desarrollo es un proceso.
Ese latir es reconocido por el corazón de todos los seres vivos, es la conexión con el corazón del planeta, es la forma de sentir a seres tan antiguos como yo, la abuela.
Tierra y luna están hermanadas con el sol en la danza particular que las desplaza por el universo, en los tiempos ancestrales, los antiguos se regían por las fases de la luna para contar los días, ese era el calendario, el ritmo natural de las cosas, los ritmos lunares y  solares, los solsticios y los equinoccios. Los giros en danza de tres  desplazándose en el universo.
Durante la Lemuria se contaba en trece períodos, se contaba en fases de 28 días, ellos conservaban la memoria de la historia del planeta, también así mantenían el balance de lo masculino y lo femenino, reconocían los ciclos de la hermana luna.
Observar las fases de la luna da otra visión del tiempo, los invitamos a regresar al conocimiento de lo lunar, a sentir el ritmo permanente de expansión y contracción, del ir y venir de las olas del mar, comprender lo cambiante de lo femenino, entender la ilusión, la proyección de las emociones.
La  hermana luna es un proyector de información inicialmente ligado a la reproducción, a la atracción entre contrarios para procrear,  a la perpetuación de las especies en la tierra, esa fue su misión primordial al ser colocada por los creadores de Gaia.
En su mismo proceso de ascensión,  la hermana luna vivió una metamorfosis, ahora es un agente de evolución, de transformación de las emociones para ayudar a trascenderlas,  a alcanzar el balance interno.
Ella enseña a sanar las emociones distorsionadas al proyectar en su apogeo el reflejo del pasado de todo lo que a sucedido y a dejado marca en la tierra.  Ella existe para que se evidencien las distorsiones a trascender.
Por eso vuelvo a invitarlos a reconocer sus fases, a vivir al ritmo de sus fases.   
Los animales conservan en su diseño la conexión con el ciclo lunar que se asocia con la fertilidad, con la vida, con los cantos de los pájaros, con el florecer, con apogeo de las mariposas
Las mujeres también tienen en su programa biológico un vinculo  con las fases lunares, por eso sus emociones se mueven a ese ritmo, por eso lo femenino acepta los sentimientos.
 Cada fase lunar con sus matices sirve a un propósito:
La ventana de tres noches de Novilunio se celebra el silencio, se amplifica la percepción de la luz interior, la voz interna es mas clara, los sueños son premonitorios, se reciben las enseñanzas. Las emociones están mas tranquilas, la visión se sostiene fluidamente, se atestigua lo externo, se discrimina la ilusión. Las grandes ideas se gestan en la oscuridad y el silencio de la luna nueva. Se prepara la tierra, se ara el terreno.
 Luego aparece en la noche, esa primera línea, un dibujo en el cielo, una luna romántica, que se asoma en la tarde, que brilla en sonrisa.  Esta fase es cuando surge la intención, es acto de creación, comienza algo muy pequeñito, una semilla que se siembra, una idea que se aclara, una célula se divide, un primer movimiento, todo esta en gestación.
Después de esa noche la orden es crecer,  la hermana luna crece en ritmo de fases para llegar al centro, al equilibrio, a un estado de dejarse llevar, de que la naturaleza siga su curso, concrete lo que solo es una posibilidad. Para que en esta acción acumulativa se de el aumento, la nutrición,  mientras la luz sigue creciendo hasta llegar a su balance con la oscuridad. La  fase creciente a llegado a mitad de la gestación, esta primera etapa de la luna en Cuarto creciente se ha completado.
El crecimiento sigue en matemáticamente, la energía se va forjando, aumentando cada vez hay más luz, la hermana luna se completa poco a poco en el cielo, se convierte en copa, de allí beben los poetas, los magos, los que no encajan, los buscadores, los vientres sabios. La energía sube,  el pensamiento se activa, la acción empieza, la decisiones se aclaran, los caminos a seguir se abren.
Llega a su aumento máximo, el Plenilunio, una ventana de tres noches con la hermana luna reflejando a su máximo nivel, con su luz  que viene  del reflejo, de la interacción con el sol y la tierra.
En este punto se pueden sentir un  sin numero de emociones, todo es más intenso, algunas veces con una sensación  caótica, un impulso fuera de control. Aquí surge la gran oportunidad de verse en el reflejo.
La estancia de los tres días y noches de Plenilunio es la entrada al  llamado el Salón de los Espejos.  En esa estancia surge todo aquello que se necesita ver, reconocer y sanar. Los invitamos a observarse, a sentirse dentro de esta estancia.
La luna llena se ha celebrado  siempre y se sigue se celebrando sobre la tierra , con ceremonias, rituales, magia, el ciclo de las cosechas, estas noches se tiende a la expansión, al atreverse a hacer cosas, a decir lo que se siente, impulsan a completar lo que se había comenzado.   
Hablamos de la oportunidad de verse, de observar las emociones en estos días, en esta ventana,  de entregarse a la experiencia, de descubrir si es el pasado quien repite alguna herida, si viene de la infancia,  si  es el niñ@ interno que necesita contención, si viene de otra vida, de otra persona, de alguna entidad.
Al convertirse en testigo se toma responsabilidad, se aclara el pasado, se abre la puerta de las dimensiones, se llega el corazón.
De nuevo la hermana luna comienza a menguar,  durante este período  vuelve al centro, oscuridad y luz en balance mientras decrece. La mengua le esta dando espacio al crecimiento, se recoge la cosecha, se evalúa lo hecho, se corrige lo que no funcionó, se regresa a la introspección.
A nivel emocional se mengua la intensidad hasta regresar al centro, gran oportunidad de calibrar, dejar atrás lo conocido, lo que no sirve, de menguar lo que no se quiere y aumentar lo que se quiere y ascender a un nivel mas alto.
Cada vez se va a sentir mas la influencia de la luna sobre Gaia, sobre todos, habrá turbulencia mientras que se restablece el ciclo a una nueva frecuencia mas elevada.
Así me despido mi niet@s, esperando que mi invitación sea escuchada y activada.
 La abuela Aya
Lunas /día a día  de enero 2013
Menguante. 1 de enero. El 2013 trae en su frecuencia la reflexión sobre el poder, el control y el patriarcado, comienza por observarlos en ti.
Menguante. 2 de enero. Si te enfocas en lo negativo traes a tu cuerpo físico emociones que se alimentan de tu energía, que te bajan la vibración. 
Menguante 3 de enero. Conseguir la voz creativa, divina, se da en la intimidad, se facilita si escribes, si cantas, si meditas.
Menguante 4 de enero. Enfócate en lo que quieres para tu vida una y muchas veces, en disfrute, así puedes obtenerlo fluyendo, sin empujar
Cuarto menguante 5 de enero. Poner en la balanza, sopesar lo dicho, lo hecho, hacer un alto para regresar a tu centro.
Menguante 6 de enero. Ir hacia adentro es la mejor manera de poner en orden las contradicciones que observas afuera.
Menguante 7 de enero. Aceptar lo que tenemos es una de las tareas mas importantes de la sanación emocional, si nos resistimos a lo que la existencia nos está dando sufrimos.
Menguante 8 de enero. Mantener siempre alta tu vibración es observar tus emociones sin engancharte, si te enganchas  soltar rápido la culpa, el autocastigo y regresar al centro.
Menguante 9 de enero. Todo tiene su tiempo, su ritmo, es inútil tratar de acelerar algo que todavía no ha madurado, la constante es el cambio, la lección esperarlo con paciencia.
Menguante 10 de enero. Deja la visión fatalista de la vida, el fatalismo es una entidad oscura, deprimente, agradece lo aprendido y sigue adelante con esperanza.
Novilunio11 de enero. De la oscuridad, del silencio, nace la creación, la luz, es del permitir con vulnerabilidad que nace la vida.
Novilunio12 de enero. Cuando hay caos en tu entorno puedes quedarte en el ojo del huracán para permanecer en el centro.
Novilunio 13 de enero. La separación física de alguien amado abre la herida ancestral del abandono y la oportunidad de sanarla se amplifica.
Creciente 14 de enero. Moverse oportunamente significa seguir la secuencia de sincronicidades que te guían.
Creciente 15 de enero. Al  cambiar de creencias muchas personas que eran cercanas salen de tu vida, dejarlas ir amorosamente es lo deseable.
Creciente 16 de enero.  Mientras se definen las cosas que ya no te corresponden observa pacientemente hasta que lleguen las nuevas.
Creciente 17 de enero. La voz intuitiva siempre esta presente, esta nunca te aturde, sino  siempre te susurra que escojas lo que te da paz.
Creciente 18 de enero. El viejo paradigma de la defensa, de la resistencia perpetua la lucha adentro y afuera, llego la hora de dejarlo ir.
Cuarto creciente19 de enero. Lo externo puede ser confuso, mientras lo interno nunca miente, siempre muestra la verdad.
Creciente 20 de enero. El nacimiento es la gloria de la continuación de la vida en el universo.
Creciente 21 de enero. Respeta  y honra tu pasado,  a tus ancestros,  así los sanas, sin juicio agradece todo lo vivido, llévalo a tu corazón y deja que la emoción salga, reconócela, déjate llevar compasivamente.
Creciente 22 de enero. Habla desde el corazón diciendo tu verdad, sigue la primera intuición, respíralo, exprésalo compasivamente.
Creciente 23 de enero. Purifica tus palabras, tu pensamiento, no le des cabida a los miedos, deja que tu garganta se exprese con el canto, con los mantras, con la poesía.
Creciente 24 de enero. A tus enemigos hazle Hoponopono y transfórmalos en tus maestros, tus amigos.
Creciente 25 de enero. Tu corazón está ligado al corazón de tu país, de tu territorio, recuerda enviarle lo mejor de ti cuando lo pienses,  cuando lo sientas, cuando lo hables.
Plenilunio 26 de enero. Observa de donde salen las emociones,  exprésalas creativamente, déjalas salir convertidas en rosas, en perfume, en poemas.
Plenilunio 27 de enero. Escoge la coherencia en tu vida, si sientes o piensas algo con lo cual te identificas, vívelo, camínalo, mas allá de lo correcto, de lo aprendido.
Plenilunio 28 de enero. Si tienes una relación toxica con alguien, date un respiro, retírate hasta sanar la herida que la produce.
Menguante 29 de enero. Cuando tomas una posición a favor o en contra de  algo o de alguien, estás dándole fuerza a aquello que o te gusta.
Menguante 30 de enero. Purificarse también puede ser menguar progresivamente lo que comes, las emociones tóxicas, las situaciones que te quitan la paz.
Menguante 31 de enero. Un nuevo ciclo comienza, una vuelta mas a la espiral, agradece el escalón ascendido.

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