lunes, 30 de abril de 2012

Lección 153

"En mi indefensión radica mi seguridad."
A vos, que te sentís amenazado por el mundo, te confirmamos que el mundo no ofrece ninguna seguridad. Es imposible la paz allí donde el peligro acecha de este modo; no podés sino estar a la defensiva, y esta actitud es una doble amenaza: da testimonio de la debilidad y establece defensas. Es como si la mente se halla encerrada en círculos concéntricos de defensa y ataque, cuando en verdad es imposible defenderse, porque el ataque es ilusión. La indefensión es fortaleza. La actitud defensiva implica debilidad, implica la posibilidad de ser atacado. Hoy miraremos más allá de los sueños, reconociendo que no necesitamos defensas porque fuimos creados inexpugnables. Nos es imposible temer, si no hay nada que pueda dañarnos. Permanece en silencio un segundo y piensa cuán seguro descansás y cuán invulnerable sos en la luz. Y mientras no enseñés lo que aprendiste, la salvación seguirá esperando, y no reconocerás la luz, y que ya te escapaste del mundo. Cuando ofrezcas la luz a tus hermanos, al tomarla ellos harán que vos veas que es tu luz. La salvación es un juego que juegan niños felices, diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y desea enseñarles que el miedo ya acabó. Los sueños tenebrosos creados por el ego no existen, y el Hijo de Dios puede sonreír al reconocer que no son verdad.

Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora.

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