miércoles, 28 de marzo de 2012

Lección 125

 "En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios."
Dejá que hoy sea un día de quietud y sosegada escucha. Su Voluntad es que hoy oigas Su Palabra, y por eso te llama desde lo profundo de tu mente, donde Él vive. Este mundo cambiará gracias a vos, porque el Plan de Dios es éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le dio Su Palabra para que sea su guía, para siempre a su lado, en su mente. Hoy oiremos Su Voz, sin la intromisión de nuestros insignificantes pensamientos, ni deseos personales, y sin juzgar Su Palabra. Tampoco nos juzgaremos a nosotros mismos. Hoy no oiremos al mundo, sino que aguardaremos silenciosamente la Palabra de Dios. Él te habla hoy. Su Voz espera tu silencio, pues su palabra no puede ser oída hasta que tu mente se haya aquietado, y tus deseos se hayan acallado. Aguardá Su Palabra en silencio, Hay una paz en vos a la que podés recurrir.
Sesiones largas: En 3 ocasiones hoy, por 10 minutos, dejá de escuchar al mundo y elegí en su lugar escuchar la Palabra de Dios. Te habla desde un lugar que está mas cerca tuyo que tu propio corazón. Su Amor es todo lo que sos, y todo lo que Él es.
Escuchá hoy a tu Ser en silencio, y dejá que te diga que nunca abandonaste a Su Hijo. Sólo necesitás estar muy quieto y escuchar. Así, te elevarás por encima del pensamiento del mundo, y liberará tu visión de lo que ven los ojos del cuerpo.
Sesiones cortas: En cada hora hoy, detenete un momento y recordate a vos mismo que tenés un propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de Dios.

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