domingo, 25 de marzo de 2012

Lección 122

"El perdón me ofrece todo lo que deseo."
El perdón permite que se descorra el velo que oculta la faz de Cristo de aquellos que contemplan al mundo sin piedad. Te permite reconocer al Hijo de Dios. Es la respuesta perfecta a todos tus temores. ¡Deja de buscar! No hay otra en su lugar.
Perdoná y serás perdonado. Tal como des, así recibirás. No hay otro plan para la Salvación del Hijo de Dios. Aceptala ahora, tan simplemente como se te ofrece. Teniendo presentes los regalos que el perdón ofrece, empecemos hoy nuestra práctica.
Sesiones largas: 15 minutos a la mañana, 15 minutos a la noche, dediquémoslos a la búsqueda que garantiza que al infierno le llegó su fin. Comenzá lleno de esperanza; ahora el camino se vuelve mucho más fácil. Sumergite en una sensación de felicidad; hoy se te concede experimentar la paz que el perdón ofrece, y la dicha que te da el descorrer del velo. Ante esta luz desaparece el mudo, y verás surgir otro mundo que no puede ser descripto por palabras. Ahora vamos directo hacia la luz. Hoy se nos concede todo lo que deseamos.
Sesiones cortas: No perdamos de vista nuestros regalos a lo largo del día, cuando de nuevo interactuemos con un mundo de cambio constante y de apariencia. Mantenelos firmes en tu mente, tratando de pensar en ellos un minuto cada cuarto de hora. Decí así: "El perdón me ofrece todo lo que quiero. Hoy he aceptado que ésto es verdad. Hoy he recibido los regalos de Dios."

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