viernes, 24 de febrero de 2012

Lección 93

"La luz, la dicha y la paz moran en mí"
Creés ser morada del mal, y que si alguien viese la verdad acerca tuyo, te odiaría. Esta creencia está arraigada pero no tiene fundamento. Que cometiste errores es obvio; pero hoy vamos a poner en tela de juicio esta sentencia. Estos pensamientos no concuerdan con la voluntad de Dios. Todo el mal que creés haber hecho, nunca ocurrió; tus pecados no son nada, porque seguís tan puro como fuiste creado. El ser que vos fabricaste no es ni bueno ni malo; al no ser el Hijo de Dios, es irreal, por tanto, no existe. Tu impecabilidad está garantizada por Dios, y la luz, la dicha y la paz moran en vos, porque ahí las puso Dios. La salvación requiere aceptar este pensamiento: sos tal como Dios te creó.
Sesiones largas: Por 5 minutos al comienzo de cada hora, comenzá repitiendo esta verdad: "La luz, la dicha y la paz moran en mí. Mi impecabilidad está garantizada por Dios". Pasá el resto de la sesión tratando de experimentar lo que Dios te ha dado, en lugar de lo que vos decretaste para vos. Tratá de experimentar la santidad de tu único Ser, y el Amor del que fue creado.
Aún cuando no puedas dedicarle 5 minutos, repetí estos pensamientos cada hora. Luego, dedicale 1 minuto con ojos cerrados para tomar conciencia de que son la verdad acerca tuyo.
Aplicalo también ante cada situación que parezca perturbarte.

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